Llevaban 39 jornadas sin perder hasta el clásico y desde entonces no levantan cabeza. Y es que si el Barça estuviera en una buena dinámica hubiera ganado 9 de 10 partidos como este, donde tuvo muchas y clarísimas ocasiones de gol y con el rival cerrado atrás y chutando apenas dos veces entre los tres palos.
Pero no lo está, lleva 1 victoria en los últimos 6 partidos y, en la Liga, suma tres derrotas seguidas y dos de ellas en el Camp Nou. Un feudo donde esta noche, en vez de dar un golpe a la Liga, la abrieron más que nunca. Ahora sólo le queda ganar los cinco partidos que le restan. Su margen de maniobra se ha acabado.