El equipo de Sevilla trabó durante el primer tiempo la gran sala de máquinas de los de Bielsa que echaron en falta a Ander Herrera y no tuvo el movimiento entre líneas que el ex del Zaragoza siempre proporciona. Con empate en el marcador comenzó el segundo tiempo. El Betis se hizo dueño y señor del encuentro y de las ocasiones mientras que los leones sólo inquietaron mediante balón parado.
Un gran partido de fútbol el vivido entre dos equipos que llegaban al choque con dos caras muy diferentes: Los de Bilbao consiguieron alcanzar la final de la Copa del Rey con un fútbol de calidad y toque; sin embargo, el equipo andaluz llevaba sin ganar cinco partidos y estaba coqueteando con los puestos de descenso.
Los onces también fueron el sol y la luna: Bielsa se mantuvo férreo defensor a su idea de utilizar a los mismos 14 jugadores y el único cambio que introdujo fue a Íñigo Pérez obligado por la suspensión de Ander. Y tal vez sea ese uno de los caballos de batalla del técnico argentino, el del cansancio acumulado que notaron sus jugadores sobretodo en el segundo tiempo.
Pepe Mel quiso cambiar el sino de su conjunto con hasta 8 cambios en el once inicial, novedosos por Nelson, Paulao y Jefferson Montero.
Éste último, hiperactivo durante todo el partido por banda izquierda, protagonizó la jugada del primer gol del Betis: encaró, se fue hacia dentro, la puso a Jorge Molina –que ejerció un perfecto juego de espaldas durante todo el encuentro- y éste se la sirvió a Diego Castro que, acostado en la izquierda, la enchufó con el interior del pie derecho al palo largo de Iraizoz. No se había alcanzado el minuto 10 del partido.
El empate llegó de la forma más probable si hablamos del Atlétic: en el ecuador de la primera parte, Javi Martínez cabeceó un córner de Susaeta para empatar el partido y certificar la falta de control del balón por ninguna de las partes.
La segunda parte fue un monólogo del Betis capitaneado por Iriney y con un fútbol dibujado por un visionario Beñat que repartió balones y pases de gol, ayudado por la expulsión de Javi Martínez. Estas ocasiones no se materializaron y la vecindad bética tuvo que esperar al tiempo añadido para ver a Nelson –hijo pródigo del beticismo– lanzar un derechazo que fulminó las redes de Iraizoz e hizo poner el grito en el cielo a los espectadores, Pepe Mel y todos los futbolistas verdiblancos.
No es para menos, consiguen romper una mala racha contra un Athlétic que venía jugando perfectamente, se ponen a 3 puntos del descenso por delante de los 8 equipos en zona peligrosa. Sin embargo, el Bilbao pierde vez para volver a entrar en Champions.
El Protagonista: Nelson. El Portugués celebró como el que más el gol de la victoria, sobretodo tras la etapa de desencanto que la grada bética mantuvo con él.
Si (
No(
