El Atleti vuelve a callar al Madrid

El Calderón respira feliz. Y es que ya se ha convertido, casi en tradición, que el Madrid se atragante con ese hueso. Después de cuatro duelos, los blancos todavía no ganado esta temporada a su histórico adversario madrileño.

Las alineaciones por parte de ambos equipos no fueron las habituales. Simeone colocaba al joven Lucas, un prometedor central de 18 años, como lateral izquierdo.

Ancelotti, por su parte, dejaba en el banquillo a Cristiano Ronaldo. Desconcertó la ausencia del luso, ¿cansancio, acaso está tocado?, pero en realidad fue el esquema de Ancelotti para recuperar el 4-4-2 y así conseguir tapar huecos en el campo.

El visitante dominó de inicio el partido, porque el Atlético le entregó el campo y el balón. No se había cumplido un minuto cuando Sergio Ramos puso a prueba los reflejos de Oblak. Pero esta vez el cabezazo del sevillano no terminó en gol.

No se había alcanzado el cuarto de hora cuando Bale, en otro envío de James, marcó de cabeza, aunque en fuera de juego, por lo que el tanto no subió al marcador. El Atlético reaccionó de manera contundente. El contragolpe fue un relámpago y Griezmann terminó la jugada con un chut al palo. Había partido.

A partir del minuto 20, el Atléti, comenzó a presionar en campo del Madrid. Y no tardó en generar peligro. Griezmann robó un balón a Varane que hubiera condenado al central madridista de no ser tan rápido y ágil. Justo cuando el delantero iba a disparar, le arrebató limpiamente la pelota.

Sin darnos cuenta, el partido se había convertido en lo que los rojiblancos querían, una disputa física, cargada de tarjetas y de interrupciones que no dejan de ser balones parados, su especialidad.

Torres, no difirió de lo que en los últimos años nos tiene acostumbrados. Voluntad, físico, pero esta vez, sin acertar.

El nuevo “niño” de la noche, ahora se llama Lucas. El joven completó unos fantásticos 90 minutos, con lesión incluida.

En la segunda mitad, el partido se desequilibró. Después de un forcejeo con Sergio Ramos, Raúl García se dejo caer al empujón del central dentro del área. Penalti claro. El propio Raúl García transformó la pena y a raíz de ahí, el Madrid se desinfló.

Llegaron los cambios. Koke entró por Torres y Cristiano lo hizo por James. El Madrid intentaba buscar soluciones mientras el Atlético ya las tenía preparadas. Arda y Mandzukic se unieron más tarde al equipo para rematar la última fase de su plan: tener el balón y congelar la reacción del rival.

Los cambios coincidieron con el segundo gol del Atléti. Giménez marcó el séptimo gol de córner que encaja el Madrid esta temporada. El urguayo, saltó por encima de Sergio Ramos, marcando un auténtico golazo que le sirvió a su equipo para sentenciar el encuentro.

El resto del encuentro, nos dejó un plantillazo de Arbeloa sin castigo y una mano de Sergio que Ramos que le hubiera supuesto la segunda amarilla. El Madrid lo intentó con mucho empeño pero poco acierto.

Final del partido 2-0 para la ida de Copa en el Calderón. Los rojiblancos, tienen la eliminatoria muy encaminada, pero no hay que cantar victoria. Queda la vuelta en el Bernabéu, dónde seguro que el Madrid no se lo va a poner nada fácil.