Jacob Santana debuta en el cine español con "Reversión", un thriller psicológico que transforma un secuestro familiar en un laberinto de identidades falsas y paranoia. Protagonizada por Jaime Lorente como Mario, un joven ansioso que lucha con la sospecha de que su hermano David, quien regresa tras 19 días de ausencia, no es quien dice ser. Este remake de la película coreana "Forgotten" (2017) explora temas de culpa y lealtad fraternal, prometiendo giros inesperados y una narrativa intensa. Con un estreno programado para el 7 de noviembre de 2025, "Reversión" está generando gran expectación entre los amantes del cine.
| Aspecto | Detalles |
|---|---|
| Título original | Reversión |
| Dirección | Jacob Santana (ópera prima en largometrajes) |
| Guion | Frank Ariza, Marco Lagarde, Jacob Santana (adaptación de Forgotten / Olvidados de Jang Hang-jun, 2017) |
| Productores | No especificados (coproducción AF Films y Ebribari Audiovisual) |
| Productoras | AF Films (España), Ebribari Audiovisual (República Dominicana); Distribución: AF Pictures |
| Fotografía | David Azcano |
| Música | Víctor Reyes |
| Género | Thriller psicológico, intriga, suspenso |
| Duración | 97 minutos |
| País de origen | España / República Dominicana |
| Idiomas | Español |
| Actor/Actriz | Personaje |
|---|---|
| Jaime Lorente | Mario (hermano menor, protagonista con trastorno de ansiedad) |
| Manuel Vega | David (hermano mayor secuestrado) |
| Belén Rueda | Madre de Mario y David |
| Fernando Cayo | Padre de la familia |
| Víc Gómez | Rol secundario (posiblemente familiar) |
| Manny Pérez | Rol secundario |
| Roger Wasserman | Rol secundario |
| Omar Patin | Rol secundario |
| Oliver Battigaglia Alcantara | Rol secundario |
Mario (Jaime Lorente), un joven de 20 años que padece episodios de ansiedad y toma medicación regular, se muda con sus padres y su hermano mayor David (Manuel Vega), a quien idolatra, a una nueva casa en las afueras. Una tarde lluviosa, Mario presencia horrorizado el secuestro de David a manos de extraños. Tras 19 días de angustia policial y familiar, David regresa a casa... pero algo no encaja: no recuerda nada de su cautiverio, su personalidad ha cambiado drásticamente —de protector y extrovertido a distante y manipulador— y exhibe hábitos inexplicables. Mario, atormentado por sus propios demonios mentales, comienza a obsesionarse con la idea de que el que ha vuelto no es su verdadero hermano, sino un impostor colocado por los secuestradores.
Apoyado en flashbacks que revelan la dinámica tóxica de la familia —un padre ausente (Fernando Cayo), una madre sobreprotectora (Belén Rueda)— y en una investigación clandestina que lo lleva a descubrir un complot de venganza y secretos enterrados, Mario se sumerge en un espiral de paranoia que borra la línea entre realidad y alucinación. Santana, con un ritmo vertiginoso y giros que recuerdan a Old Boy o El cuerpo, cuestiona temas como la identidad, la lealtad fraternal y los límites éticos del amor. El clímax, en un sótano claustrofóbico, desvela una verdad devastadora que obliga a Mario a confrontar no solo al "falso" David, sino a su propia fragilidad. Un debut que late con tensión contenida, culminando en un final ambiguo que invita a replantear todo lo visto.