Muchos choques y poca suerte

Con este abandono ya son dos los que ha sufrido el piloto español en las últimas tres carreras, y si a esto le añadimos la cómoda victoria que ha protagonizado Sebastian Vettel, el resultado es una diferencia de cuatro puntos en la clasificación del mundial entre ambos. Nada más apagarse el semáforo y antes de llegar a la primera curva, Fernando no puede evitar una salida de pista a costa de un toque con el alerón trasero del piloto de Lotus Kimi Raikkonen. El finlandés se ha convertido en la pesadilla japonesa del asturiano,  ya que también le estorbó en los entrenamientos oficiales al hacer un trompo y con eso impedirle subir posiciones en la parrilla de cara a la carrera. Con un pinchazo en el neumático trasero izquierdo, el bicampeón del mundo se vio obligado a retirarse y a observar desde la barrera como su rival directo se comía la distancia abismal de puntos, dejando el final de la temporada al rojo vivo. Además de esto, otro incidente entre Webber y Grosjean al comienzo de la carrera ha concluido con la retirada del australiano y con un “stop and go” para el piloto francés en la vuelta diez.

Lo positivo del fin de semana para el equipo Ferrari ha sido la segunda posición de Felipe Massa: el brasileño logró aguantar el ritmo del Red Bull, aunque este ya estaba a una distancia demasiado grande para una posible batalla por la victoria entre ambos pilotos. Este buen rendimiento del monoplaza evidencia lo que podría haber sido un buen resultado para Fernando, pero como la suerte por ahora no está de su lado, tendrá que esperar al próximo gran premio para plantar cara.

El fin de semana perfecto ha sido para el piloto local Kamui Kobayashi, que ha conseguido en el  subir por primera vez al pódium de la Fórmula Uno corriendo en casa: un tercer puesto peleado con el piloto de McLaren Jenson Button, que en las últimas vueltas estaba dispuesto a quitarle la gloria al japonés. Lo acontecido en esta carrera deja abierto un final del mundial expectante a posibles sorpresas por parte de las dos escuderías: Ferrari y Red Bull deberán de poner todas las cartas sobre una mesa en la que Fernando Alonso deberá recurrir a su magia personal si quiere volver a hacernos soñar con un posible tricampeonato del mundo.