Suecia consiguió un valioso y épico empate al haber estado gran parte del encuentro con un 4-0 en contra y remontarlo en apenas 30 minutos.
El conjunto germano salió como se preveía: dominó el control de la posesión con un fútbol rápido y eficaz, tanto con posesiones en las inmediaciones del área sueca como sus afiladas entradas por ambas bandas.
Esta elevada posesiones alemanas en territorio sueco no significaban otra cosa que la inmediata llegada del gol germano. Y así fue cuando, en el minuto 9, Reus centrase desde la izquierda para que Klose rematase de forma potente casi desde el suelo con su pierna izquierda.
Unos minutos más tarde, una serie de rápidas y precisas paredes entre Reus, Sceweinsteiger y Klose hacían que Reus llegase a línea de fondo y pusiese un pase atrás para Klose y poner el 2-0
Tras este tanto, Suecia mostró cierta reacción debido a la bajada de ritmo de los jugadores alemanes. Aun así, esta situación fue breve debido a que los germanos empezaron a entrelazar buenas jugadas de nuevo.
En el minuto 38, una doble ocasión de Reus y una del madridista Özil fueron los antecedentes al tercer gol teutón; un minuto después el “gunner” Mertesacker sumaba el tercero al luminoso al rematar un pase de cabeza de Müller en el segundo palo.
De esta forma, Alemania llegaba al descanso con un amplio margen de ventaja y un claro dominio del encuentro
Una vez transcurridos los 15 minutos de descanso, Suecia adelantó líneas con el objetivo de presionar la salida de balón por parte del equipo de Löw.
A pesar de ello, en el minuto 56, Müller asistió de nuevo a su compañero Özil desde la derecha y el madridista mandase el balón a las mallas con un buen zurdazo al segundo palo donde no pudo llegar el meta sueco.
Ningún espectador podía imaginar lo que iba a suceder en la capital alemana a partir de este momento.
Tras grandes esfuerzos del equipo nórdico, la recompensa llegaba tras un centro de Källström al punto de penalti en el 62´ , que lo terminaría enviando con la testa Ibrahimovic. Aunque parecía el típico gol de la honra, este solo era el comienzo de la espléndida actuación sueca.
Dos minutos después, Källström colgaba un balón hacia el lateral Lustig, el cual consiguió controlar tras un fallo de Badstuber y de Neuer y puso el 4-2 para aumentar los nervios en el equipo alemán.
Kroos podía haber solucionado este entuerto y cerrar el partido definitivamente, pero Isaksson reaccionó con una buena intervención. Todos estos acontecimientos se tradujeron en una inyección de autoestima a los nacionales suecos, los cuales empezaron a tener el control del balón y consiguieron que la defensa alemana brillara por su ausencia.
En el 76, un pase en profundidad de Safari a Kacaniklic permitía que el el volante sueco le diese el pase de la muerte al delantero Elmander, que remató apenas sin dificultad ante la lenta y dormida defensa local.
Alemania no se agazapó y quiso finiquitar el encuentro, pero los tiros lejanos de Kroos y las llegadas de Özil no dieron los frutos esperados.
Ya cumplido el tiempo reglamentario, Suecia lograba poner el ansiado empate en el 92´ con un potente remate de Rasmus Elm gracias en gran parte a la pelea en el salto de Ibrahimovic y al centro de Safari desde la banda izquierda.
Por tanto, un partido a priori fácil para el equipo centro europeo se acabó convirtiendo en un verdadero dolor de cabeza a medida que se consumieron los minutos, en los que Löw vio como su equipo dejaba escapar un partido cerrado desde la primera parte.
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