Joaquín y su estoque apuntillan al Valladolid

Partido muy extraño el que se ha vivido y disfrutado en el fortín blanquiazul, donde los andaluces acostumbran a tener un dominio de principio a fin y que hoy no pudieron debido al gran planteamiento pucelano, basado en la presión en la salida del balón y en una defensa centrada y sin fisuras.

Tan raro fue para los locales que en solo 8 minutos ya iban por detrás. Una gran jugada de Óscar driblando a todo lo que encontraba por delante fue rechazada finalmente por Willy, su rebote lo volvió a rematar Ebert, pero Gámez apagó el fuego en esta ocasión; su rechace lo atrapo el africano Manucho que con un disparo cruzado consiguió, por fin, anotar el primer gol del partido.

Jarro de agua fría  para los malagueños que veían cuesta arriba el encuentro nada más empezar. Además, el Málaga seguía sin encontrar su  verdadero estilo de juego, con grandes lagunas en el medio campo y en la banda de Eliseu, poco habituado a jugar en el lateral izquierdo. Fue por ese carril por donde entró Rukavina, cuyo disparo se marchó desviado por escasos centímetros. 

El Málaga se acercaba con cierto peligro, pero le faltaba ese toque de excelencia que le caracteriza al finalizar las jugadas. Esta escasez fue aprovisionada por el internacional Isco. Un asistencia de Eliseu la recogió el malagueño en el área, donde pocas veces perdona (y esta no iba a ser menos), por lo que acabó dejando el balón en las mallas al engañar al guardameta Hernández.

La Rosaleda volvió a homenajear a su joven estrella, que le sacó de otro apuro con su buena actuación. Este cariño es recíproco e Isco lo agradeció.

Una vez finalizado el tiempo de descanso, el Valladolid empezó moviendo ficha. Una gran presión iniciada desde la línea de ataque y las ocasiones de gol de Manucho y Ebert pusieron en jaque al Málaga, que veía como se nublaba el partido, aunque Isco daba algunos destellos de esperanza, provocando que pasase por grandes dificultades el conjunto visitante, gracias a las claras ocasiones del propio Isco, Joaquín o Santa Cruz.

Diez minutos de locura

Llegábamos al minuto 80 cuando, tras una más que polémica decisión de Villanueva, el delantero Manucho fue expulsado por segunda amarilla por una supuesta agresión en el salto con Demichelis.

El conjunto pucelano pudo plantar cara al Málaga, pero con diez jugadores la cosa se complica, y mucho. El conjunto local se fue al ataque sin pensarlo dos veces y la defensa blanquivioleta se vio saturada. Esta situación provocó un penalti, ya que Saviola fue derribada por Sereno, aunque Joaquín envió el balón a la grada.

Joaquín se redimió de su fallo regateando al portero en menos de un palmo e introdujo el cuero en la portería en el minuto 87.

Si pensaban que todo había acabado aquí, se equivocan totalmente. En primer lugar, se produjo una tangana entre Camacho y Alberto Bueno, pero ambos acabaron firmando la paz. Más tarde, un impecable Caballero salvó los muebles de su equipo al ganar el mano a mano con Óscar en el minuto 91.

Todo esto, junto al pitido final, provocó alivió en la hinchada local, que hizo que La Rosaleda estallase de júbilo y que vean a su equipo sumando otro triunfo más y otra semana en los puestos de cabeza.

Isco y Caballero, menciones aparte

Si podemos destacar dos jugadores claves en la victoria de su equipo,  esos fueron el guardameta argentino y el internacional sub-21.

Por un lado, hablemos de Willy. Concentrado durante los 90 minutos, seguro, atento y siempre iniciando jugada en corto. Fue el auténtico culpable de que el conjunto pucelano se distanciase en el marcador.  Es el zamora de la Liga BBVA y todo gracias a sus increíbles actuaciones. Lo tiene merecido. 

Por otro lado, Isco. Se acaban los adjetivos para describir lo que hace en sus partidos. Nunca se esconde, inicia y finaliza las jugadas e incluso da asistencias a sus compañeros. Crece su protagonismo en el club. Está consiguiendo más goles que en la temporada pasada y eso lo nota el equipo. Va para crack.