Las tenistas españolas rompen relaciones con la Federación

Nueve tenistas españolas han convocado hoy a los medios de comunicación para hacer pública una carta firmada por todas ellas y apoyada por Arantza Sánchez Vicario y Conchita Martínez. Las únicas jugadoras que han preferido abstenerse frente a este asunto han sido Anabel Medina, Lara Arruabarrena y Tita Torró.

Carla Suárez, Garbiñe Muguruza, María José Martínez, Silvia Soler, Estrella Cabeza, Núria Llagostera, Arantxa Parra, Lourdes Domínguez y Laura Pou han decidido “romper relaciones a nivel personal y profesional” con el Presidente de la Real Federación Española de Tenis José Luis Escañuela. Las tenistas han denunciado que Escañuela ha incumplido un pacto que firmaron hace dos años, donde el Presidente acordó impulsar el tenis femenino español invirtiendo como mínimo de 200.000 euros anuales.

"Hace dos años, las reuniones que mantuvimos con el presidente para expresarle nuestra preocupación por las situación del tenis femenino, acabaron con un acuerdo firmado en el Consejo Superior de Deportes (CSD), ha explicado Llagostera. Según las jugadoras, de todo lo acordado hace dos años “no se ha cumplido nada”.

Respeto a las elecciones para la presidencia de la Real Federación que se celebrarán el próximo 19 de enero, las tenistas no han querido influir, pero han expresado que “si pudiéramos hacer algo para que Escañuela no siga el año que viene, lo haríamos”.

Las jugadoras lamentan el poco interés de la Federación hacia todo el tenis femenino español y han declarado que “solo con la Davis la federación gana mucho dinero, pero no se invierte en lo que se tiene que invertir, que es en la base. Porque nosotras no estamos aquí por nosotras, sino por la gente que viene detrás, que cada vez es menos”.

En los últimos años se ha cancelado dos veces el Master Nacional Femenino, la WTA en Marbella y han desaparecido 16 torneos de la ITF que, según las jugadoras, la Federación no hizo nada para impedirlo.

Las jugadoras esperan una reacción por parte del Presidente y el cumplimiento de los acuerdos firmados hace dos años. El tenis femenino español se está apagando y las actuales jugadoras desean que la base tenga las condiciones necesarias para poder desarrollar futuras promesas.