Abandono de Alonso en las primeras vueltas.
En el circuito de Malasia el ambiente ha estado muy caldeado este domingo, y no solo por las altas temperaturas y la gran humedad. Se podría hablar de una carrera en la que las estrategias de equipo han nublado la segunda prueba del mundial: desobediencias a los equipos, disgustos por ser más rápido y tener que acatar órdenes, cabreos monumentales… y esto es solo el comienzo.
La carrera no empezaba bien para nuestro piloto español, ya que poco después de apagarse los semáforos, tras una salida de infarto del australiano Mark Webber que salía en quinta posición, los ferrari de Alonso y Massa estaban dispuestos a adelantar a Vettel. El asturiano marchaba en segunda posición cuando un toque con el alemán hizo que se descolgará su alerón delantero. A simple vista, el ligero choque podía no afectar demasiado al pilotaje, pero tras la segunda vuelta el alerón comenzó a echar chispas, para después descolgarse del todo y dejar a Fernando plantado en la gravilla de la primera curva. Nada se pudo hacer por volver a entrar en pista.
El piloto español afirma que el factor suerte es inapelable, y esta vez no estuvo de su lado. Fernando dijo que se decidió no entrar en boxes por la idea de que a la vuelta cuatro lo tendrían que hacer otra vez. Además, cuando el alerón empezó a echar chispas era demasiado tarde para rectificar, y movilizar a los mecánicos para una prematura parada en boxes era algo imposible. Es fácil criticar la decisión, pero en ese momento era la correcta.
Sin embargo, lo interesante de la competición se ha producido en los últimos compases de la carrera. Como he adelantado al principio, las estrategias de equipo han hecho que de los cuatro primeros clasificados ninguno estuviera contento con su carrera.
Tras la remontada de Webber y una parada en boxes, este logró alcanzar la primera posición, justo por delante de su compañero Vettel. A los veinte minutos de carrera las cinco primeras posiciones eran: Webber, Vettel, Hamilton, Rosberg y Button; dobletes de compañeros de equipo que más tarde protagonizaron una auténtica rebelión en pista.
El haber sido piloto del equipo McLaren le ha jugado una mala pasada a Hamilton: tras una parada en boxes, la mente le ha traicionado y ha decidido plantarse en la plaza de la escudería inglesa en vez de en la de Mercedes. Una situación cómica que no le ha hecho mucha gracia al piloto, el cual ha pedido disculpas a su equipo, justificando que no sabe cómo lo había podido hacer. Todo se queda en una anécdota graciosa: las risas antes que las lágrimas…
Ya pasadas las 14 vueltas, los cuatro primeros pilotos (los dos de Red Bull y los de Mercedes) ya habían hecho todas sus paradas y daba comienzo el baile de estrategias: tanto Red Bull como Mercedes optaron por mantener las posiciones y no arriesgar a un posible toque entre compañeros.
Vettel iba detrás de Webber y las decisiones de mantener la posición llegaron por radio. Sin embargo, el alemán sabía que podía ir a más y se arriesgó consiguiendo adelantar a su compañero con una serie de maniobras arriesgadas. El enfado del australiano era monumental y eso le hizo sacar un dedo indebido a Vettel, además de otras declaraciones subidas de tono en la entrevista a los hombres del pódium.
El alemán después de toda la tensa situación de la entrega de premios, pidió disculpas públicamente diciendo que no había escusa, pidiendo perdón tanto a su compañero como al resto del equipo. El resto de conversaciones se hablarán en privado, analizando la situación interna y mirando a los próximos grandes premios.
Mucho más diplomáticas han sido las decisiones del equipo de Mercedes, donde Nico Rosberg tuvo que mantener la cuarta posición aún teniendo más ritmo que su compañero Hamilton, que marchaba tercero. Las decisiones del equipo fueron respetadas, aunque Rosberg mostró su descontento, estaba conforme con la idea de pensar en el equipo. Ya habrá opciones de luchar por el pódium más adelante.
En cuanto a los McLaren, un error garrafal al cambiar las gomas de Button ha hecho que el británico terminará con un cero en Malasia. El neumático delantero no estaba apretado y ha tenido que pararse en mitad del 'pit-lane' para no perder la rueda.
En Lotus, sexta y séptima posición para Grosjean y Kimmi respectivamente, aunque las posiciones no tienen punto de comparación con la victoria del finlandés del pasado fin de semana, hay buenas expectativas de cara al próximo gran premio.
Las tensiones se podían cortar con un cuchillo jamonero en un gran premio de estrategias de equipo y decisiones erróneas, pero esto es solo el comienzo de temporada, por lo que todavía queda mucha tela que cortar.
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