En cuanto el encuentro se puso difícil, José Mourinho no dudó en relevar a los suplentes y sacar a los titulares. Cristiano Ronaldo se veía incómodo en el banquillo, viendo cómo Pepe, Marcelo, Callejón, Kaká e Higuaín intentaban controlar el partido.
El Levante no se agazapó ante los blancos y se supo enfrentar a los galácticos, a pesar de tener menos del 30% de posesión del balón.
El cuanto Míchel osó marcar el gol inicial, el luso mandó calentar a Ronaldo y a Di María, mientras Higuaín y Kaká remontaban el encuentro.
Kaká fue sustituido por Di María ante la desesperación de Mourinho al ver que su equipo disparaba más bien poco y, cuando lo hacía, iba a las gradas.
Cristiano y Di María le dieron velocidad al partido, aunque fue Özil quien finiquitó el partido con un descomunal 5-1.