Se apagaba el semáforo del circuito de Bahrein y los motores empezaban a rugir. Se podía prever una lucha Vettel-Alonso muy bonita, pero el alerón del asturiano se rompió y el DRS no se cerraba, estaba bloqueado. Alonso se vio obligado a entrar dos veces a boxes para solucionar el problema, que se resolvió con no usar el DRS durante la carrera. Con ese problema, el asturiano no se dio por vencido e inició su particular remontada hasta ocupar la octava posición y conseguir cuatro valiosos puntos. Los dos Lotus demostraron su regularidad en la carrera y acompañaron al piloto alemán en la entrega de trofeos. Barcelona espera a los monoplazas a mediados de mayo para proseguir con la historia de la Fórmula 1.
Muchos aficionados al motor se vieron desilusionados pocos momentos después de la salida, donde Alonso y Vettel se intercambiaron las posiciones de parrilla, aunque luego todo volvió a la normalidad. Vettel, muy agresivo en los primeros compases de la carrera, adelantó a Rosberg en la tercera vuelta, y se marchó para no volver. El piloto alemán rodó cada vuelta como un cohete y nadie pudo alcanzarlo. Por detrás de él, Alonso y Rosberg comenzaron a luchar por el segundo cajón del podio; ambos empezaron a usar el DRS, pero Alonso aprovechó el potencial del Ferrari para colocarse por encima. Esa desilusión que comentábamos al principio se materializó cuando a Alonso no se le desactivaba el DRS y su alerón resultaba averiado. A boxes para repararlo una vez, pero no fue así y tuvo que ir en una segunda ocasión. La solución por la que se optó es que Alonso no podía usar este mecanismo, por lo que estaría en desventaja con el resto de pilotos punteros. El desastre de Ferrari no iba a quedar ahí, ya que Massa iba a sufrir un pinchazo por partida doble, es decir, una doble visita a los mecánicos de Ferrari, que hoy sí que tuvieron trabajo con sus pilotos.
El resto de pilotos iniciaban el show de boxes y el cambio de neumáticos. La mayoría de ellos calzaron los neumáticos duros para hacer frente al calor y aguantar gran parte de la carrera sin pasar por el pit-lane.
La carrera seguía, las vueltas iban cayendo, y nada cambiaba. Vettel seguía solitario en cabeza, Di Resta, Grosjean y Kimi iluminaban con sus dos paradas para luchar por los otros dos cajones del podio, mientas que la verdadera lucha la protagonizaron los dos Mclaren, Button y Pérez, que luchaban en una pelea que casi se salda con una salida del circuito.
Alonso volvía a dar síntomas de buen ritmo y alcanzó a Pérez, que se encontraba en la novena posición muy cerquita de Button y Hamilton. Los puntos estaban ahí, en un abanico de un segundo. Alonso obraba el milagro y adelantaba a Button y Sergio Pérez. Solo él podía hacerlo sin DRS. Todavía le quedaban 7 vueltas para demostrar su calidad al volante y dar caza a Webber y Hamilton, aunque el australiano tenía más papeletas para ser adelantado por Fernando, que debía tener cuidado con Pérez por si se atrevía a adelantar. Así fue. El mejicano se atrevió a adelantar al asturiano y le obligó a ir por fuera. Un poco más arriba, Hamilton y Webber daban espectáculo en cada curva y en cada recta, pero el segundo piloto de Red Bull vio como en los últimos giros Hamilton y Pérez lo sobrepasaban con facilidad.
No hubo más. La bandera de cuadros ondeaba en el circuito de Bahrein. Vettel conseguía una nueva victoria gracias a un ritmo demoledor, inalcanzable para cualquier máquina. El podio lo completaba los dos Lotus, Kimi y Grosjean. Por parte del asturiano, con solo decir que se fue dos veces a boxes y acabase octavo ya demuestra el gen ganador que porta. El duelo Vettel-Alonso deberá esperar una carrera más, en Montmelo, circuito propicio para que el español vuelva a dar guerra en el Mundial.
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