El equipo de Jorge Luis consiguió clasificarse para la Final de la Europa League tras remontar el 1-0 cosechado en Estambul. Cardozo se hizo cargo de la épica con dos goles, acompañado por el gol tempranero de Gaitán. El tanto del argentino fue respondido por el gol de penalty de Kuyt , que dificultó la noche para los portugueses. La mala noticia se la llevó Gönül, que fue llevado al hospital tras caer desplomado por una la brutal patada del propio Gaitán al despejar un balón.
El país lisboeta tendrá representación en Ámsterdam, ciudad elegida para la final de la Europa League. El equipo de la capital portuguesa disputarán su primera final de la segunda competición europea de clubes, ya que en 1990 se enfrentó en la Copa de Europa ante el Milan, cayendo 1-0. Pasaron nada más que 23 años para volver a sufrir esos benditos nervios de una final europea.
La remontada local la inició Gaitán tras un buen pase de Lima. La conexión sudamericana funcionó a la perfección, ya que la asistencia contó con el remate preciso de la zurda del argentino. Consiguieron empatar la eliminatoria en el minuto 9, algo importantísimo ante un rival que demostró todo su potencial la pasada semana. Sin embargo, las bajas de Webó, Meireles o Topal abrieron distancias entre ambos equipos. La finalidad ofensiva otomana no era igual que en Turquía. Pero los de Kocaman no se iban a rendir tan fácil y se vinieron arriba. Controlando poco a poco la pelota, se acercó a la portería de Artur y consiguió provocar un penalti por manos de Garay. Kuyt se encargó de engañar al portero brasileño y poner patas arriba la clasificación para los lisboetas. Necesitaban dos goles y ahí apareció Cardozo y la afición. Conscientes de que los suyos estaban necesitados de ánimo, fueron el jugador número doce del Estadio Da Luz para comandar a sus ídolos a la Final.
El delantero paraguayo volvió a dar esperanzas a los suyos en el minuto 35 tras recibir en la frontal y batir a Demirel con una zurda preciosa. La ilusión volvía al estadio del equipo de las Águilas, que ahora solo necesitaban un tanto para llegar a Ámsterdam, algo que se podía haber esfumado si Sow o Kuyt hubiesen rematado correctamente el centre de Erkin.
El descanso llegó con 2-1 y con un Benfica que dio una mejor versión en comparación al partido de ida, aunque un gol de los turcos finiquitaba el partido. Cardozo de nuevo rompió el sueño de los turcos tras aprovechar un rechace de un córner y poner el definitivo 3-1, inalcanzable para los blanquinegros, que no respondieron lo más mínimo a pesar de que podían dar algún que otro susto.
Los portugueses revivirán el sueño de la final europea, aunque esperan que tenga otro final. Allí le espera otro de los huesos de Europa, el Chelsea de Benítez. El 15 de mayo se verán las caras en Ámsterdam. Lucha de sueños.
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