Noche plácida para el Dortmund en su estadio. El Real Madrid no fue rival para el equipo alemán que barrió del mapa al equipo blanco. El trabajo de Klopp en este equipo es descomunal, tanto con su sistema táctico empleado para dejar al Madrid “KO” como la calidad de sus futbolistas. Reus, Lewandowski, Götze, una tripleta que hace estragos a todos los equipos a los que se enfrentan, tres jugadores que hoy han puesto en jaque al Real Madrid. Pero sobre todo un hombre destacó por encima de todos; Robert Lewandowski. El delantero polaco se encargó de golear al Madrid el solo con un “póker” de goles (cuatro).
El Dortmund con una presión alta inició el partido apretando al Madrid sin apenas dejarlo respirar a la hora de la circulación del balón. El primer disparo, lo ejecutó Reus; el diabólico mediapunta realizó una jugada personal espectacular dejando a media defensa del Madrid en la cuneta pero su tiro lo repelió Diego López que habilitó el rechace a Lewandowski para disponer de una buena oportunidad que también evitó el guardameta gallego.
Mientras el Madrid no encontró su juego y veía como Khedira y Alonso estaban desaparecidos y Modric no aportaba nada. La salida de balón del Madrid fue duramente presionada por los hombres de arriba del Dortmund. En consecuencia, la única solución fue el balón en largo.
El Madrid estaba mal plantado en el campo y en el minuto 8 todo se volvió negro. El Dortmund se adelantó en el marcador de la eliminatoria gracias al remate certero de Lewandowski tras un centro desde la izquierda. Lo peor parecía que estaba por llegar, el fútbol eléctrico del Dortmund hacía que en dos toques se plantasen en la portería blanca. Pero a pesar de ello, una luz se vio al final del túnel. Esa luz fue Cristiano que volvió a rescatar al Madrid en el mismo escenario que hace meses atrás. Error de Hummels que regaló el balón a Higuaín que habilitó a Ronaldo para igualar la contienda. Quizá demasiado premio para tan solo contar con dos tiros a puerta, el del gol y una falta lanzada por Cristiano que repelió Weidenfeller.
En la reanudación todo se trastocó y se volvió demasiado negro. El Dortmund encerró al Madrid en su área en los primeros cinco minutos de la segunda parte. Fruto de ello, en el minuto 50 Lewandowski volvió a perforar la portería blanca y no iba a ser la última de la noche.
En un rechace de un disparo de Götze, el delantero polaco controló hábilmente y batió con una gran sangre fría a Diego López. La tormenta alemana pareció no inmutarse y fue a intentar hacerle más daño al Madrid. En esos momentos el Madrid en jaque no supo reaccionar. Özil desaparecido, Cristiano intermitente, Alonso, Modric y Khedira no movían al equipo. Si Alonso no aparece, el Madrid lo paga y lo pagó.
Tan solo cinco minutos después, en el 55´, de nuevo Lewandowski reventó la portería defendida por Diego López. Con un espectacular recorte enérgico de habilidad, el polaco soltó un trallazo que salió disparado a la escuadra de Diego López. Un gol de los que quitan el hipo. Por si fuera poco, el señor Lewandokski volvió a cogerle gusto a la portería blanca y se encargó de transformar un penalti cometido sobre Marco Reus en el minuto 66. El mediapunta alemán fue arrollado por Xabi Alonso y el árbitro no dudó en señalar la pena máxima. “Póker” para Robert que realizó una actuación memorable que quedará en los anales de la historia de la Champions.
Con más de 25 minutos para la finalización del encuentro el Madrid confió en acortar diferencias con Di María, Kaká y Benzema, finalmente no fue así.
Nuevamente el Madrid debe encomendarse al espíritu de Juanito, para las grandes noches de remontadas en el Bernabéu. Parece que es imposible darle la vuelta a la eliminatoria tal y cómo está (4-1) pero en el Bernabéu 90 minutos son “molto longo”.
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