El Athletic sufrió más de la cuenta para llevarse los tres puntos de su estadio frente a un Mallorca que sigue sin levantar cabeza a pesar del esfuerzo que hicieron hoy para conseguir un empate que se habían merecido.
Los de Bielsa golpearon primero y muy rápido. Aduriz no se acordó de su pasado balear y remató un balón puesto por Aurtenetxe. Aun así, el Athletic no supo guiar como lo hacía en temporadas pasadas, apreciándose cierto nerviosismo por La Catedral. Minutos más tarde, el árbitro Hernández Hernández expulsó a Fontás por doble amarilla, la última por una mano en el área que supuso el penalti. Aduriz erró desde los once metros y esta vez entre el linier y el colegiado decidieron no subir el gol de Muniain que marcaba en segunda jugada. Se equivocaron en todo.
A pesar de estar con diez jugadores y un equipo a la deriva, los leones no llevaban las riendas; es más, Iraizoz tenía que intervenir para detener los ataques baleares por parte de Gio y Víctor.
Tras el descanso, los pupilos de Manzano hicieron mucho daño a balón parado, iniciando las malas caras en Bilbao. Cuando quedaba un cuarto de hora, Llorente marcó su primer gol en casa con el Athletic y parecía cerrar el partido a falta de poco más de diez minutos. Sin embargo, el de siempre, Gio, apareció para clavarla por toda la escuadra dos minutos después gracias a un libre directo.
San Mamés acabó pidiendo la hora para mantenerse de nuevo en Primera, mientras que los de Manzano prolongarán su lucha, cada vez más inverosímil, por no bajar a la Liga Adelante.
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