Es uno de los circuitos más míticos del mundo del motor, y eso se nota en el ambiente. El alemán vio, una vez más, cómo su bandera se elevaba hasta lo más alto, seguida de la española y un orgulloso Alonso que mereció el primer puesto.
Brasil nos ha dejado grandes momentos pero, lo que nos ha quedado claro, es que el asturiano sigue siendo el campeón de campeones.
Su coche le ha limitado en carreras de infarto, aunque le ha permitido quedar tercero en Brasil, por detrás de Webber, segundo, y el implacable Vettel.
El alemán ha entrado en la historia del motor por la puerta grande, y es que el talento del piloto es indiscutible hasta para nosotros, que soñamos con el resurgir de Alonso, en su sitio cinco grandes premios después.
Ferrari no ha dejado al español disfrutar del campeonato, que además decía adiós a Mark, que acabó rodando sin casco sintiendo sus últimos momentos a los mandos de un coche histórico.
2014 está a la vuelta de la esquina y ya huele a duelo entre Alonso y Vettel.
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