De todos los líderes mundiales que acudieron al evento, sin duda, la que acaparó más flashes fue la jefa del Gobierno danés, Helle Thorning-Schmidt porque en un momento dado de la solemne ceremonia, la mandataria danesa no dudó en sacarse unas divertidas fotos con el primer ministro británico, David Cameron y el presidente de EEUU, Barack Obama, ante la severa mirada de la primera dama Michelle Obama.
El 'selfie' a tres bandas ha dado la vuelta al mundo y en las redes sociales empezaron a llover las críticas por la actitud tan desenfadada en el funeral de uno de los hombres más importantes del siglo XX y por el enfado de la primera dama norteamericana.
Y es que la animada conversación entre Helle Thorning-Schmidt y Barack Obama no fue seguida con tanto entusiasmo por su esposa, que les fulminaba con la mirada. De hecho, cuando Obama se levantó, Michelle decidió ocupar su asiento y sentarse al lado de la atractiva rubia y, así, poder cortar la distendida charla. Finalmente, el presidente de EEUU decidió dar un tierno beso en la mano a su esposa, tal vez, para aplacar su visible enfado.
Helle Thorning-Schmidt se convirtió en septiembre de 2011 en la primera mujer de la historia de Dinamarca en dirigir el país. Thorning, de 46 años y de ideología socialdemócrata, ha luchado toda su carrera contra los prejuicios provocados por un físico y un estilo que la sitúan en las antípodas de Angela Merkel o Margaret Thatcher.
Incluso dentro de su partido. Su afición a la ropa de marca le valió que en 1999 el entonces eurodiputado Freddy Blak la apodase Gucci Helle. Otra famosa anécdota relacionada con ella es que el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi le miró el trasero antes de comenzar una Cumbre europea.
Ahora, se ha convertido en la protagonista del chascarrillo del día, que ha quedado reflejado en multitud de bromas en las redes sociales.
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