El conjunto de Luis García, que este martes cumplía cien partidos al mando del Getafe, tenía un resultado bastante favorable del partido de ida. En el estadio de municipal de Montilivi consiguió un 1-1 que le dejó la eliminatoria muy de cara y que obligaba al bloque de Ricardo Rodríguez a salir a por el partido.
Fue el Getafe el que se llevó el gato al agua. No tardó mucho en dejar sin argumentos a su rival. Casi en el primer minuto, Pablo Sarabia asestó un golpe casi definitivo para el Girona, que con el gol del canterano del Real Madrid se vino abajo.
Sus esperanzas se desmoronaron como un castillo de naipes y todo fue a peor con el segundo tanto cuatro minutos después. Los nervios atenazaron al portero Jorge Palatsi, que no atrapó un balón y en el rechace provocó un penalti tras derribar a Ángel Lafita. Adrián Colunga no falló la pena máxima y en cinco minutos el Getafe había sentenciado la eliminatoria.