El director técnico del Colegio de Ingeniero de Montes, Jesús González Capitán ha destacado que la mayoría de los abetos de Navidad proceden de producciones controladas dedicadas a ser árboles de Navidad, por lo que donde queda el hueco de un árbol vendido, otro será plantado.
Además, ha subrayado que durante el crecimiento, el árbol genera oxígeno y fija CO2, mientras que los artificiales de plástico "solo ha generado contaminación en su proceso de producción".
De esta forma, abogan por el consumo de árboles naturales frente a los artificiales a pesar de que los segundos tengan una vida más larga y de que los primeros acaben moribundos y perdiendo las hojas junto al radiador de casa, la mayoría de las ocasiones.