La política energética del Ejecutivo de Rajoy, que tanto ha favorecido a las electricas frenando las renovables, parece haber conducido a este episodio de la amenaza de tarifazo en el recibo de la luz de enero, aunque finalmente ha sido abortado de forma urgente por el Ministerio de Industria y el regulador, la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC), por las sospechas de manipulación en la subasta en la que se fijan los precios del sector.
Pero pese a estos momentos tensos, las relaciones entre políticos y empresas energéticas no parece ser tan mala. Al menos, eso se puede deducir de uno de los sectores en donde más se produce el fenómeno popularmente conocido como la "puerta giratoria", esto es, altos cargos que tras su paso por la actividad pública y política encuentran acomodo en el ámbito privado en sectores donde aparentemente podría existir algún conflicto de interés.
Varios son los políticos españoles que, tras abandonar su cargo público, han sido casualmente elegidos para formar parte de los Consejos de Administración o asesorías de empresas energéticas.
Los hay de todos los colores: desde expresidentes del Gobierno, José María Aznar y Felipe González, hasta exministros de ambos Ejecutivos como Pedro Solbes o Ángel Acebes son o han sido consejeros, asesores o presidentes de grandes compañías eléctricas.
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