El político, de 68 años y amante confeso del deporte rey, se sentará con una cerveza y junto a su familia para ver cada partido de "la seleção", pero seguirá también partidos de otros equipos,
"Brasil ya no es el país del 'jogo bonito'", resume Lula en una amplia entrevista realizada el pasado mes de marzo y que hoy publica el diario L'Équipe.
En ella reconoce que su país "ha perdido un poco de su esencia" y que ya no vale el tópico de que los europeos son más violentos o el de que no saben regatear. "Quizá no sepan bailar la samba (...) pero saben jugar a la pelota", agrega Lula, que cita a los jugadores del Bayern Múnich, campeón de la Bundesliga, y asegura que "tratan el balón con el mismo amor" que los brasileños.
"Cuando los brasileños saltan al campo contra España, conocen a sus rivales mejor que a sus propias parejas. Ya no hay la inhibición que podía haber antes. El fútbol ha perdido el picante y nosotros hemos perdido nuestro estilo", resume.