El que probablemente salga más beneficiado por lo que va implicar su destino de llegada sea Rudy Fernández. El escolta mallorquín abandona la “academia militar” de Nate Mc.Millan en Portland para aterrizar en los Nuggets del europeísta George Karl. Esto significa que Rudy va a tener mucha más implicación en el juego de la que tenía en su anterior equipo ya que seguramente por su pasado como entrenador FIBA, Karl sepa sacar todas las virtudes al juego de un magnífico escolta como lo es Rudy.
Medalla de plata para Marc Gasol. El hermanísimo salió muy reforzado tras demostrar la temporada pasada que en Memphis pueden contar con él para lo que haga falta, sobre todo tras los magníficos “Playoffs” que disputó. Esto le ha llevado a ser considerado uno de los centers más codiciados en la liga y ganarse un contrato multianual de cuatro temporadas a razón de 14,5 millones de dólares cada una. Suena a estrella la verdad.
El bronce va a ser compartido por Ricky Rubio y Serge Ibaka. Para el del Masnou será su temporada de “rookie” y le va a venir de perlas que se acorte a esos 66 partidos. En sus primeros partidos a disipado todas las dudas que había entorno a su figura y su adaptación al NBA, y es que el gran talento que atesora es carne de “highlights” día tras día. A poco que mejore su capacidad anotadora y se gane todavía más confianza del mundillo NBA podemos estar ante una de las carreras más estelares de un base en la NBA. Los méritos del hispano-congoleño para esta medalla de bronce son más a nivel colectivo que individual. Ibaka es un gran jugador en materia defensiva pero, aunque esté mejorando en otras facetas del juego, nunca será una estrella ni un jugador de dobles dígitos en anotación. Sin embargo tiene la suerte de estar en una de las franquicias de mayor proyección de la liga y tener muy bien asumido su rol de especialista defensivo, lo cual le sitúa en una posición privilegiada de cara a poder acumular anillos. A ver cuántos ayuda a ganar a Kevin Durant.
Que nuestros dos siguientes protagonistas no estén en el podio, no significa nada malo. Para Calderón las cosas seguirán como siempre, él será el mejor director posible para una de las peores orquestas de la liga. Hará buenos números pero con un equipo como los actuales Raptors nada bueno irá a parar a Toronto.
El que quizá sí que sale algo mal parado del paro patronal es Pau Gasol. A día de hoy nadie duda de su talento y de que sin su ayuda los Lakers no hubieran vuelto a disputar una final de la NBA y menos ganar dos de ellas. Pero tras la debacle del año pasado se volvieron a escuchar falacias acerca de su dureza en la pintura y de un modo u otro se le acabo responsabilizando directamente del batacazo de los amarillos. Además este invierno se ha visto envuelto en todos los rumores de traspaso que rondaban por L.A. Habrá que esperar acontecimientos para ver si sale vencedor o perdedor de quedarse en los Lakers, pero las posibilidades de volver a saborear el éxito siguen intactas para él.
Así están las cosas y desde Hora Punta nos alegramos de que tras unos meses sin poder disfrutar del gran espectáculo de la NBA, sin tener que madrugar o poder dormir por ver a ese equipo que nos apasiona, el día de Navidad alguien quiso que se volviera a escuchar esa frase a la que todos somos capaces de poner cara: “Aquí estamos, viviendo la magia del basket”.
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