Un Barcelona con lo mínimo y con Adriano y Mascherano en lugar de Iniesta y Alexis se encontró con un Villarreal muy presionante y que le puso las cosas difíciles a la creación de juego blaugrana.
Aunque los de Pep tuvieron ocasiones al principio del choque, sobre todo una vaselina de Messi que se marcha agonizando por fuera del palo, la gran presión de un Villarreal indujo a un partido enmarañado, lioso en el que ninguno de los dos equipos dominó el control del balón y eso perjudicó a un Barcelona acostumbrado a mantener posesiones largas de balón y benefició a un submarino amarillo que planteó el partido para salir rápido a la contra. La mejor ocasión de los amarillos fue un tiro desde fuera del área de Marcos Senna que despejó a córner Valdes en una gran parada.
El Barça hizo cambios tácticos en el centro del campo tras el descanso, sin embargo, no fue hasta quince minutos antes del final cuando el cansancio de los jugadores del Villarreal dejó jugar a los del Barça y disfrutaron de suficientes ocasiones como para llevarse el encuentro: salió el rápido extremo izquierdo de la cantera blaugrana, Cristian Tello, que volvió loco a Ángel. Por ahí llegaron las grandes ocasiones, como no, de Messi. El argentino se asoció con el canterano para quedarse solo frente a Diego López, pero el meta consiguió pararla y el rechace rematado por Cesc también se fue fuera. Antes, el ex del Madrid ya le había parado otra al ex del Arsenal que acabó estrellándose contra el larguero.
Con este resultado el Barcelona se queda a siete puntos del Real Madrid en la lucha por el campeonato liguero. Mientras tanto, el Villarreal festeja haber conseguido un punto que no se esperaba en su planificación. Además, dejó grandes sensaciones en el Madrigal para remontar el vuelo.
El protagonista: Diego López. El canterano del Real Madrid desbarató con sendas paradas dos claras ocasiones del Barça en los últimos compases del partido.
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