Un acoso con la connivencia de un Atleti bien armado atrás, más preocupado por contener que de proponer con un equipo replegado y cohesionado a la espera del contragolpe. A Mandzukic, en algunos momentos, se le vio más despejando balones aéreos en el área propia que en la ajena.
El 0-0, sin embargo, mandó en el luminoso. El Atlético mantuvo en la reanudación esa imagen creciente desplegada en las postrimerías del primer tiempo, pero fue una cuestión de minutos. Su poderío fue breve.
Salvó un saque de esquina botado por Gabi que casi sorprende a Buffon (min 49), la Juve recuperó su versión inicial y volvió a ganar metros y presencia el campo visitante, si bien la opción para concluir la jugada más habitual fue el recurso del disparo desde fuera del área. Pogba (min 63, con un rebote que complicó al meta mallorquín; min 74; min 82) y Vidal (min 56; min 75) fueron los que más se aplicaron en esta suerte.
La victoria del Olympiacos griego en el otro partido (3-2) amenazaba a la Juventus en caso de gol rojiblanco, por lo que el cuadro turinés bajó revoluciones en su acoso para gestionar un empate que le aseguraba el avance como segundo de grupo. Y el Atlético no puso objeciones a esa evolución del partido en sus últimos cinco minutos, un viraje que le consolidó al frente del grupo A.
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