La ambición declina la balanza

La ambición declina la balanza

jueves 16 de octubre de 2014, 19:11h

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El Granada vence al Málaga en un derbi que pudo ganar cualquiera de los dos.

La ambición declina la balanza

El partido se presentaba como una prueba de fuego para ambos conjuntos. Por un lado, el equipo de Abel Resino buscaba seguir con la mejoría mostrada ante el Betis. En frente, un Málaga con muchas bajas que no podía volver a desaprovechar otra oportunidad para ponerse a tiro de Champions. Por desgracia para los malagueños, volvieron a tropezar.

El comienzo del partido fue toda una declaración de intenciones de lo que sería el resto del duelo, un toma y daca continuo. Jugada de Cazorla por la derecha que mete un pase al corazón del área, finalizado con un disparo alto de Maresca. En alusión al italiano, su posición durante el encuentro fue uno de los mayores aliados del juego ofensivo del Granada. Más mediapunta que pivote, el ex sevillista dejó solo a su compañero Toulalan durante casi todo el encuentro, beneficiando los contragolpes granadinos.

Las ocasiones se sucedían para ambos conjuntos, primero con un remate de cabeza de Mikel Rico y posteriormente con otro remate con la testa, esta vez de Demichelis, que a punto estuvo de convertirse en el primero del partido. La primera parte finalizó con una amarilla para el argelino Yebda, un jugador muy sobrevalorado que es incomprensible que juegue por delante de Fran Rico, muy superior el canterano madridista salvo en el despliegue físico. Solo faltaron los goles en este primer acto, algo que si encontraron ambos equipos en la segunda mitad.

El primer gol fue obra de Ighalo de cabeza al inicio de esta segunda parte, tras un centro de Mikel Rico precedido de una recuperación de Martins. El portugués, que cada vez se parece más al jugador que nos maravilló en el Recreativo de Huelva, cuajó un grandísimo partido. Tras el gol, el partido siguió con la misma dinámica anterior: ataques continuos. Y así llegó el empate malaguista por parte de Rondón pocos minutos después, tras una combinación entre Monreal y “Papelito” Fernández. Este último fue un quebradero de cabeza para la zaga granadina, demostrando una vez más porque es uno de los hombres clave en el equipo de Manuel Pellegrini. El empate del Málaga no sirvió para amedrentar a los jugadores del Granada y el partido se convirtió en un correcalles en el que cualquiera de los dos conjuntos podía llevarse el gato al agua. Y finalmente se lo llevó el más insistente, en este caso el conjunto de Abel Resino. Disparo potente desde fuera del área del brasileño Siqueira que detiene bien Willy Caballero, pero Iñigo López llega al rechace y pone el 2-1 definitivo. Para decepción de los seguidores malaguistas, las opciones de empatar el partido se desvanecieron un minuto después. Mateu Lahoz mostró la roja a Demichelis por una entrada criminal al fichaje invernal Henrique Almeida. En cambio, la afición de Los Cármenes respiró de alivio. Su equipo está cada vez más cerca de la salvación.

El protagonista: Carlos Martins, el mediapunta fue pieza clave en la victoria del Granada. Podrían destacarse muchos nombres, pero el portugués demostró una vez más sus cualidades: calidad y garra al servicio del equipo.

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