Un Puntoño con sabor a Victoria

Un Puntoño con sabor a Victoria

jueves 16 de octubre de 2014, 19:11h

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Un espléndido Toño evitó la clara victoria de un Atlético impreciso. Los de Simeone salieron a ganar pero entre el muro racinguista y su guardameta impidieron mover el marcador.

Un Puntoño con sabor a Victoria

El Atlético se presentaba en el Sardinero con cinco partidos imbatido tras la llegada de Simeone al banquillo. En cambio, el Racing había conseguido seis puntos en cinco partidos, lo que le situaba en puestos de descenso, y para salir de estos, los locales tenían que ser fuertes y contundentes en su feudo, y así fue.

Con las bajas de Godín por lesión y Miranda por sanción, el Atlético presentaba como novedad a Domínguez en el centro de la zaga. Los de González, sin embargo, no contaban con ninguna sorpresa relevante.

En la primera parte, el Atlético jugó más y mejor, las ocasiones de Falcao, Adrián y Arda Turan fueron clarísimas y las llegadas laterales de los colchoneros hacían creer que el gol inicial andaba cerca, pero un grandísimo Domingo Cisma y un eterno Toño impidieron en varias ocasiones que el marcador se moviese. En los tramos finales del primer periodo, Tiago tuvo que retirarse, dándole entrada a Mario Suárez, debido a los problemas en los isquiotibiales del muslo izquierdo que le impedían su continuidad. De esta manera, el partido se marchó en tablas a los vestuarios, con los locales metidos atrás y los visitantes faltos de gol.

La segunda parte contó con las ocasiones más claras y con un Atlético de Madrid volcado al ataque. Diego comandaba todas y cada una de las jugadas ofensivas de los colchoneros, allí donde el área racinguista padecía síntomas de peligro, allí estaba él. De nuevo, tanto Adrián como Falcao no lograban finiquitar el partido, teniendo además, éste último, una clarísima ocasión de gol que acabó en el poste. Con un Atlético de Madrid desesperado, falto de fuerzas, y con un banquillo escaso de alternativas, Simeone decidió darle unos minutos a Pizzi, en sustitución de un muy activo Arda Turan. Aún así, los esfuerzos de los rojiblancos y las múltiples incursiones al área por los laterales, se toparon con un Racing de Santander espléndido atrás. Tan atrás, que solo había que oír al Sardinero corear a su guardameta, que andaba dando un recital de intervenciones magistrales.

De esta manera, Estrada Fernández pitó el final del encuentro, en el que el siervo pecó de casta y coraje y el dueño, de compasión. En un partido en el que por parte de los visitantes, la estrella fue Diego, omnipresente en toda la ofensiva de su equipo, y por parte de los locales, fue Toño.

El Protagonista: Toño. Sus manos rapiñaron un punto vital, visto lo visto en Santander, que sabe a victoria para su equipo.

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