Aunque al final los culés mereciesen arañar al menos un punto, en el cómputo global del partido da al resultado un cierto halo de justicia. En unos 90 minutos en los que quien menos brilló fue el colegiado, se vio a un Barcelona bajo la máscara de Juno. Bastaron apenas 25 minutos para que los rojillos enardeciesen a su afición tras el doblete firmado por Lekic. Si ya rara vez los de Guardiola comienzan perdiendo, más extraño es ver cómo fueron dos los goles encajados por un impotente Víctor Valdés.
“No entiendo cómo jugamos así en la primera parte, sobre todo viéndonos luego en la segunda”, apuntó incomprensiblemente Guardiola al término del encuentro. Y es que, verdaderamente, la caricatura del Barça en la primera parte tuvo tintes de grotesca. Casi tanto como la del colegiado. Paradas Romero debió anular el segundo gol de Osasuna por posición ilegal de Raúl García y conceder otro válido de Alexis al término de la primera mitad. Un nuevo escenario de haber sido el acertado quizás le hubiera valido de más al conjunto catalán. Pero lo cierto es que los culés no pueden achacar su derrota al colegiado: sobre todo cuando en el Reyno de Navarra lo que les faltó fueron tablas.
Tal vez el rostro de la decepción encontrado por los jugadores en su líder Pep fue lo que les hizo cambiar su actitud tras el descanso. Con dos goles que remontar, cambió su esquema y dio entrada a dos atacantes retirando a Puyol del terreno de juego. Bastaron cinco minutos para que Alexis recortase distancias. Pero, cinco minutos después, Raúl García hacía el tercero tras un desafortunado despeje de Valdés. Diferente esquema y mismo resultado. ¿Es que se le hace al Barcelona larga ya no la temporada, sino los partidos? El del Reyno de Navarra ayer se le hizo corto. Media hora de sitio culé no bastó más que para prolongar un poco más la agonía de un partido en el que el Barça, aun recortado distancias con el gol de Tello, no tuvo de su lado la fortuna ni el acierto de cara a puerta.
Agonía que se traslada a la Liga. De ganar el Real Madrid en el Bernabeu hoy ante el Levante ascenderían a 10 los puntos que los blaugranas deberían remontar. La consciencia de esa realidad traicionó a Pep en la banda tras el gol (correctamente) anulado a Alexis. “Ahora viajamos a Alemania a defender nuestro título de campeón”, sentenció Guardiola. También lo fueron de Liga.
El Protagonista: Raúl García. Superó al frío como actor principal del partido; primero, para asistir de lujo en el primer gol; segundo, para abrir a la banda en la antesala del 2-0 y por último, para marcar el 3-1 que cortaba las buenas sensaciones en el juego del Barça al comienzo de la segunda parte.
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