El derbi se queda en Vallecas

A priori, el partido se planteaba sin toque y sin control del balón. No había nada más que ver el terreno de juego y el fuerte vendaval que golpeaba Madrid en el día del “derbi chico”. El Getafe no pisaba Vallecas desde la temporada 2003/04, y nunca lo había hecho en Primera.

En cuanto a las novedades, fueron pocas. Sandoval había puesto a su once de gala, a excepción del hasta ese momento, lesionado Tamudo, que disputaría los últimos veinte minutos del partido. En cambio, en el Getafe, Pedro León sería baja por lesión.

Así, sin más, comenzó una primera parte en la que ninguno de los dos equipos madrileños sería dominador del balón, y en la que el Rayo se iría a vestuarios con una victoria por la mínima gracias a un tanto de Michu, cuya posición estaba ligeramente adelantada. Los vallecanos estaban siendo mejores, así que no era nada sorprendente que estuvieran por delante en el marcador, ya que los de Sandoval llegaron más a portería rival y, sobre todo, hicieron más por marcar.

La segunda parte comenzó como espejo de lo acontecido en la primera, y fueron muchas las llegadas del Rayo Vallecano al área del Getafe aunque no con la precisión necesaria. Por si fuera poco, Álvarez Izquierdo expulsó rigurosamente a Míchel al derribar a Diego Costa cuando galopaba por la banda. Suceso que abalanzó el partido hacia los locales, que pocos minutos después, veían como su marcador subía tras un cabezazo del brasileño que, al parecer, estaba en posición antirreglamentaria. Tras la expulsión y el gol, los visitantes no daban síntomas de mejoría, y fue inútil la estrategia impulsada por Luis García, al meter al campo a Lacen, Rafa y Arizmendi, en sustitución de Diego Castro, Valera y Casquero, respectivamente. Por lo que, con escasos minutos para el final del partido, el Rayo pudo aumentar aún más su ventaja, pero un resistente Moyá salvó el tercero.

De esta manera, acabó el encuentro en Vallecas, donde el “bronce madrileño” acabó llevándoselo un justo vencedor, aunque las decisiones del colegiado condicionaron el rumbo del partido.

El protagonista: Álvarez Izquierdo. El colegiado no estuvo acertado tanto en la expulsión de Míchel como en los goles subidos al marcador. Un pésimo arbitraje en toda regla.