El Real Madrid aprovechó la derrota del Barcelona consiguiendo una victoria que los sitúa a cuatro puntos de ventaja.
La victoria no fue fácil, llegando incluso a desesperar a los blancos en la primera parte que no hacían más que llegar a la portería contraria, pero que no encontraban en gol. El partido fue duro, intenso y peleado hasta que los locales ya no tuvieron nada por lo que pelear.
En la primera parte del encuentro, el área del Elche fue atacada por tierra, aire y mar. Desde que Cristiano tiró al poste en el tercer minuto, el asedio del Madrid se convirtió en una constante.
Benzema, el más inspirado y participó en las oportunidades más claras, incluso pecó de generoso perdiendo una ocasión clara de gol por asistir a Cristiano. Un dudoso fuera de juego anuló un remate de chilena que pudo suponer un gol de bandera que adelantara a los blancos en el marcador.
Mientras Cristiano volvía a reencontrarse con sus demonios, anoche tampoco estuvo nada acertado el luso. Entre la ansiedad por marcar el gol y los golpes de Damián Suárez estuvo a punto de desquiciarse.
La ausencia de goles en la primera parte, se hace incluso más extraña con un Bale especialmente activo que galopó varias veces por la derecha, pero que en todas ellas fue interceptado.
No fue un hecho aislado. El Elche se empleó con demasiada dureza, aunque no le sirvió para ganar un metro, pero si para enfurecer al rival.
En la segunda mitad el Elche salió más entonado y el Madrid se puso por delante. El gol llegó gracias a una carambola mortal. El despeje de Lombán pegó en su portero y Benzema marcó a placer.
El partido se abrió y al Elche sólo le quedaba jugar al fútbol si quería remontar.
Cristiano se liberó del mal fario con un cabezazo formidable, dirigido a la escuadra marcando su gol 29 en Liga.
Isco, asistente en el segundo gol, fue el sin duda el mejor de la noche. Hasta el Martínez Valero terminó por rendirse a sus encantos y la ovación que recibió al ser sustituido así lo demuestra.
Lucas Silva, por su parte, titular por obligación, volvió a ganarse una buena nota por su actuación. Ni se complica ni se equivoca, así podríamos definir el juego del brasileño.
Una noche buena para los blancos, que se reencontraron con el buen juego y ante un rival que en la segunda parte bajó los brazos esperando que la derrota no fuera muy dolorosa.
Si (
No(
