Rakitic fue el encargado de hacer el gol pero el protagonista absoluto ha sido Leo Messi por un bando y el portero inglés Joe Hart por el otro. De no haber sido por su acierto bajo los palos, su equipo se hubiera ido goleado de la Ciudad Condal.
Pellegrini salió al Camp Nou con los jugadores apropiados para disputarle la pelota al Barça, esta vez Silva era el hombre que jugaba libre, por detrás de Agüero. Sin embargo, el alinear a los más indicados no te asegura nada, sobre todo cuando enfrente está Leo Messi.
El argentino ha dado un recital de pases, caños y controles que ha dejado boquiabierto hasta al mismísimo Pep Guardiola, espectador hoy en la grada.
En una jugada de Messi nació el primer y único gol culé, obra de Rakitic (min. 30'). En su eslalon intimidó tanto a los jugadores del City que todos se volcaron en él pero nadie se atrevía a entrarle. Así hasta que vio por el rabillo del ojo al croata y le puso el esférico medido sobre su pecho para que batiera a Hart con una vaselina.