Ganar en Old Trafford es uno de los sueños de cualquier futbolista y equipo, ya que te pone en la primera plana futbolística automáticamente. Pero el fútbol no para y cada partido es un mundo, no entiende entre Manchester y Osasuna. Mientras Old Trafford sí fue el particular teatro de los sueños del Athletic durante la noche del Jueves, el Reyno de Navarra se convirtió desde el minuto uno en una pesadilla para los leones.
El Athletic se presentaba en Pamplona sin muchos de sus hombres clave debido a la resaca europea. Ni Javi Martinez ni Ander ni Llorente aparecieron de inicio en el once Marcelo Bielsa. Osasuna por su parte iba con todo y se encargó de demostrar quién era el rey del Reyno desde el principio, reflejándolo en el marcador sin haberse cumplido todavía el minuto nueve de partido. Balón que cuelga Puñal desde la derecha y es Iturraspe el que introduce el balón por la escuadra de su propia portería. El mediocentro rojiblanco conseguía así uno de los mejores autogoles que recuerdo.
El gol no supuso ningún problema para el Athletic, que lo tomó como un contratiempo inesperado en su evidente camino hacia la victoria. Un remate de De Marcos al palo pareció corroborar esta afirmación, pero para desgracia de los seguidores bilbaínos, fue Osasuna quien volvió a golpear en el marcador. De nuevo balón colgado por Puñal y es Raúl García el que empala un cabezazo inapelable para Iraizoz. El mediapunta rojillo ha vuelto a ser el que era y ya es el máximo goleador de los suyos con seis dianas.
Así, la primera parte terminaba con Osasuna embotellando al Athletic en su campo. Y no a base de fútbol, sino a base de convicción. Las recuperaciones rojillas eran tan adelante que no necesitaban hilvanar las jugadas, ya estaban en campo contrario. Algo parecido debió pensar Marcelo Bielsa, que tras el descanso introdujo a Llorente y Ander en detrimento de Aurtenetxe e Iturraspe. El guión no era el esperado, el duro fajador estaba tumbando al fino estilista.
La reacción del Athletic no se hizo esperar y quien mejor que el rey león para certificarla. Pase en profundidad de Ander para que Llorente quite las telarañas de la escuadra con un trallazo descomunal. Los dos recién salidos ponían a Osasuna contra las cuerdas e iniciaban los mejores minutos de los leones en todo el partido. La tortilla se había dado la vuelta, ahora era el Athletic el que recuperaba muy arriba y Osasuna se veía obligado a sacar el balón jugado desde atrás.
Con el paso de los minutos, el ímpetu rojiblanco fue decayendo y Osasuna fue pareciéndose cada vez más a sí mismo. El partido había caído en una dinámica positiva para los rojillos, que se encontraban cómodos ante un Athletic incapaz de generar peligro. Nada hacía presagiar los minutos de prolongación tan apoteósicos que viviríamos a continuación. Primero es Andrés Fernandez quién saca una mano prodigiosa al disparo mordido de Muniaín, seguido de un mano a mano que aborta Iraizoz a Omyu y termina con una cesión peligrosísima de Damiá que a punto está de regalarle el empate a Iraola.
Tras esos instantes finales no aptos para cardiacos, terminó el encuentro. Un partido que deja a Osasuna sexto y al Athletic inmediatamente detrás, un punto por debajo de los rojillos. Que Osasuna se encuentre en puestos europeos no es ninguna casualidad y esta noche lo demostró ganándole bien a un equipo que días antes había vencido al todopoderoso Manchester United. Hoy, Osasuna es el protagonista.
El protagonista, Osasuna: La campaña del equipo de Mendilibar está siendo sobresaliente. Saben sus limitaciones y aprovechan al máximo sus virtudes. La figura de Raúl García, clave en su engranaje.
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