Sonrisas y lágrimas

Sonrisas y lágrimas

jueves 16 de octubre de 2014, 19:11h

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Una remontada de infarto mostró a un Alonso agresivo y valiente ante la adversidad

El espectáculo estuvo asegurado, los nervios a flor de piel junto con las lágrimas de un bicampeón del mundo que no pudo contener la emoción al verse en lo más alto del pódium del Gran Premio de Europa, el Gran Premio de su casa. Una remontada histórica con adelantamientos por fuera, en un circuito en el que “supuestamente” es muy difícil adelantar.

Una apretada salida permitió al piloto asturiano subir tres posiciones, colocándose octavo y dispuesto a intentar lo posible por enmendar el error de la jornada de clasificación que le hizo partir desde tan atrás. Los primeros compases de la carrera evidenciaban la monotonía de un Vettel en cabeza y con 4 segundos de diferencia con Hamilton. Sobre las vueltas diez y once los tiempos desorbitados del campeón del mundo se estabilizaron, al igual que el Lotus de Grosjean demostró su superioridad con respecto al McLaren adelantando a Hamilton.

Entre la vuelta trece y dieciséis Alonso consiguió pasar a Hulkemberg y a Pastor Maldonado en pista, además de al finlandés Kimi Raikonen en boxes tras una parada ejemplar; un aspecto que deberían de pulir los mecánicos de McLaren ya que volvieron a hacer de las suyas en la parada de Lewis, el cual bromeaba con los comentaristas de Antena 3 afirmando que sus pulsaciones eran más tranquilas cuando pasaba por boxes porque tenía más tiempo para tranquilizarse.

Con el paso de las vueltas, la remontada hacia el pódium era cada vez más plausible para el piloto asturiano, el mismo que el día de antes afirmó que era imposible subir al cajón valenciano. Ni el mismo Fernando se imaginaba un desenlace tan estruendosamente colosal en un circuito que predecía una carrera dura y sin sobresaltos.

Tras un accidente de Kovalainen y Grosjean en la vuelta 28 el safety car hizo acto de presencia. Esto hizo que la diferencia abismal de Vettel con el resto se desintegrará por completo, y vuelta a empezar… como si fuera una nueva carrera, Fernando Alonso marchaba ya en tercera posición. Tras la marcha del coche de seguridad vimos a un Alonso salvaje y desatado que no pudo esperar más de cuatro giros para adelantar a Grosjean, teniendo en el punto de mira a un Vettel que no disponía de segundos extras que le acomodaran el transcurso de la carrera.

Las sorpresas vinieron seguidas con el abandono inesperado e inusual del líder de la carrera y de Lewis Hamilton, líder del mundial hasta ese momento, tras ser embestido por Maldonado en la penúltima vuelta.

Tras unas 57 vueltas de infarto repletas de abandonos, adelantamientos y estrategias volvimos a ver por partida doble durante el fin de semana la bandera española, hondeando en honor a un Fernando Alonso pletórico, incrédulo y emocionado ante la proeza de la que había sido protagonista. Una primera victoria del asturiano en el circuito urbano de Valencia equiparable a su primera con Renault allá por el 2003 en el Gran Premio de Hungría.

El pódium lo completaron dos antiguos pilotos campeones con la escudería Ferrari: Raikkonen y el siete veces campeón del mundo Michael Schumacher, que recordó el sabor del champán, que no degustaba desde el Gran Premio de China del 2006. Esperemos que esa coincidencia sea una premonición que encamine a Fernando a convertirse en el tercer piloto campeón con la escudería del “Cavallino Rampante”.

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