Remontada en Cristiano

El Real Madrid demostró una gran clase y pundonor ante un partido que se estaba volviendo loco por momentos. Después de la debacle liguera en Sevilla, el vestuario estaba ardiendo pero el equipo demostró cómo las cosas se pueden hacer bien, estando todos unidos. Mejoró con diferencia respecto a Sevilla, dominó el partido y evitó que el equipo contrario tirase a portería durante más de 60 minutos. Los últimos 20 minutos del partido fueron el desencadenante de los goles de ambos equipos. Con un 1-2 a falta de 4 minutos para el final, el Real Madrid de la mano de Benzema y de Cristiano lograron la machada.

El Madrid salió al partido sorprendentemente sin Sergio Ramos, que parecía haber sido señalado por Mou, y con el famoso “trivotazo”. El jugador de Camas fue suplido por el joven Varane que demostró con nota que sirve para defensa titular en el Real Madrid.

El equipo blanco se comió al City de salida, intentando demostrar que lo de Sevilla fue un mal día. El Manchester City se replegó atrás sin pena ninguna. El Madrid tocaba y tocaba como si le fuera la vida en ello. Las primeras ocasiones del partido llegaron para Cristiano que pareció meterse rápidamente en el partido con grandes ocasiones de gol que Hart se encargó de contrarrestar. Higuaín y Khedira contaron con grandes oportunidades pero tanto por fallo de uno como por acierto del portero, erraron.  

El portero inglés se convirtió en gran enemigo para el Real Madrid durante la primera parte. Del City no se sabía nada, los únicos que intentaban jugar eran Yaya Touré y Silva pero a pesar de ello, el equipo inglés no llegaba a la portería de Casillas.

El descanso llegó con el Real Madrid encimando la portería inglesa, intentando repeler el planteamiento rácano de Mancini, con dos líneas muy juntas y muy replegados atrás.
La segunda parte comenzó al igual que la primera con el Madrid asumiendo el control del balón y del partido, a pesar de la preocupación por el empate. Mancini continuó con su planteamiento defensivo y el Madrid necesitaba una solución urgente si quería romper el partido. Marcelo intentó romperlo pero sus dos impresionantes cañonazos salieron muy cerca de la portería inglesa. Empezaron a producirse los primeros cambios y el Bernabéu despidió a Silva que fue sustituido entre aplausos, en su lugar entró Dzeko. En el Madrid, Özil entró por Essien.

El jugador bosnio, Dzeko, se encargó de romper las tablas en el marcador con un gran pase de Touré Yaya que después de robar un balón en su propio campo, superó a sus rivales con una gran zancada y dejó solo al bosnio que se encargó de batir a Casillas. El run run volvió al Bernabéu, de nuevo el Real Madrid estaba por detrás en el marcador. El City se encontró un premio que no merecía, fue el primer tiro del City entre los 3 palos.
Las urgencias aparecieron y Mourinho no tardó en introducir al campo a Modric y Karim Benzema supliendo a Khedira e Higuaín. El conjunto inglés pudo sentenciar el partido con un Madrid al ataque, primero fue Kolarov y después Touré pero no lo consiguieron.

El Madrid aprovechó la falta de puntería del City y consiguió empatar el partido gracias a Marcelo. El jugador brasileño realizó un disparo envenenado que rozó en Javi García y atravesó las telarañas de la portería de Hart. El tramo final del partido fue loco.
El City se volvió a encontrar con un nuevo gol en el minuto 86, esta vez de falta. Kolarov se encargó de lanzarla y con una gran rosca superó a Casillas. El Bernabéu se temía lo peor pero sin saberlo se iba a preparar para una gran heroicidad de esas noches blancas que nunca se olvidan.Tan solo un minuto después, Benzema con una gran maniobra, empalmó un gran derechazo desde fuera del área que batió al portero inglés. El empate tanteaba de nuevo en el marcador. El partido no iba a acabar ahí, todavía faltaba el culmen.

Ese culmen llegó en el 89´, Cristiano apareció como un ángel caído del cielo y con uno de sus típicos misiles consiguió lo más difícil, darle la vuelta al partido y proclamar la remontada. Emoción y alegría en el Bernabéu, Cristiano de nuevo apareció como héroe y dejó a un lado su tristeza para celebrarlo con la afición. La locura llegó al banquillo donde Mourinho acabó por los suelos ante el éxtasis vivido durante el tramo final del partido. El equipo pareció despertar del letargo, pero aún queda mucho por mejor.