Anoche, a priori que el Madrid cayera eliminado de Champions era algo muy improbable, pero al borde estuvo de ello. Sólo un Cristiano que anoche estuvo acertado e intenso, pudo salvar a su equipo de la hecatombe.
El vigente campeón pasa a cuartos de final, pero dejando un mal sabor de boca entre todos los aficionados blancos. Las malas noches, se han convertido en una constante para los de Ancelotti, que con un sistema de juego mejor o peor, no justifican en modo alguno la penosa actuación de anoche ante un rival de menor categoría que se vino arriba por la desgana de su oponente.
Desde el minuto 1 de juego, nos quedó claro que anoche el Schalke no era el equipo que conocemos y el Madrid tampoco. Los alemanes supieron tocar y llegar al área de Casillas dirigidos por Max Meyer, un mediapunta de 19 años que lo mismo ataca que reparte, que pudo campar a sus anchas por el campo gracias a la libertad de marcaje que le dejaron Kroos y Kedhira.
Hasta que llegó el gol de Fuchs nadie tomó en serio al Schalke. Desde hacía algunos minutos se escuchaban silbidos en el campo, pero todavía no había miedo en las gradas. Algo que apareció poco después y llegó para quedarse todo el encuentro.
El gol visitante aumentó la confusión del Madrid. El contagio fue general y en Casillas se hizo muy evidente. Se le doblaron las manos en el remate de Fuchs y despejó de mala manera el tiro de gol de Huntelaar. Tampoco mejoró su rendimiento en la segunda parte en el disparo de Sane, un chut colocado y duro, pero no imposible para un portero de su categoría.
En los minutos finales, el capitán blanco quiso enmendar sus errores protagonizando dos intervenciones notables, pero no que se tendrán en cuenta después de las cantadas en los goles por quienes acechan ya desde hace tiempo a Iker.
Después de sobrevivir al primer tiempo gracias a los cabezazos de Cristiano, el Madrid regresó al campo dispuesto sentenciar la eliminatoria. El tanto de Benzema, confirmó esa impresión. Sin embargo, el Schalke volvió a ponerle ganas y empató el duelo.
En el tramo final Huntelaar puso a los alemanes a un solo gol de la clasificación para cuartos. No lo marcaron, pero sin embargo el Madrid acabó la noche con mucho miedo y pidiendo la hora ante un Schalke que salió de Concha Espina vitoreado por sus aficionados y por una afición rival, que dejó muy claro con una enorme pitada en el campo, que algo malo esta pasando en el equipo blanco.
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