Aunque nos gustaría no, no tenemos el secreto, pero viendo cómo se lo ha montado Agustín González, apodado el ''plusmarquista nacional de pluriempleo político'', podemos darte las pautas para que no sigas los pasos del que nos consta es el antiejemplo de diversas instituciones académicas.
La pequeña localidad de El Barco de Ávila posee, entre sus múltiples cualidades (judías incluidas), un representante de lo más peculiar.
El alcalde de este municipio lleva intrínseco su papel de austeridad y su firme convicción de que, apretándose el cinturón, uno sale de la crisis.
Tanto es así que es presidente de la Diputación, de Caja Ávila, de la asociación que gestiona en la zona los fondos europeos (ASIDER), la mancomunidad de servicios de Barco y Piedrahíta, la Fundación Cultural Santa Teresa y participante en el Consejo del Banco Financiero de Ahorros.
En Caja Ávila González es también presidente de la comisión ejecutiva y de la comisión de retribuciones. ¡Ah! Y de la comisión de obra social.
12 cargos + 1 (terminemos el año con buen pie), al que se sumaba hasta hace poco el de presidente de la Federación de Cajas de Ahorro de Castilla y León.
Las malas lenguas aseguran que este abulense se embolsa mensualmente más de un millón de euros, mientras su localidad es una de las más afectadas por los recortes y la austeridad del partido gobernante en la provincia.
No contento con esto, el también presidente del consejo de administración del grupo de supermercados El Árbol y presidente de Madrigal Participaciones, podría haber manipulado el destino de los cursos de verano que ofrece la UNED en El Barco de Ávila.
Y es que, ¿a que no saben de quien dependen administrativamente estos cursos? Ni más ni menos que de la Fundación Cultural Santa Teresa, que depende de la Diputación Provincial de Ávila. ¿Casualidad?
Desde este espacio felicitamos la Navidad a Agustín con este original villancico del 15M abulense.
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