Con calma y sin prisas

Con calma y sin prisas

jueves 16 de octubre de 2014, 19:11h

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El Gobierno español se está tomando con calma pero sin ceder el conflicto abierto con Gibraltar, pese a la intervención de David Cameron, mientras la Unión Federal de Policía (UFP) denuncia que la lealtad institucional en Gibraltar brilla por su ausencia.

La implicación directa en el contencioso del primer ministro británico, David Cameron, no ha variado ni un ápice la postura española de mantener los controles de la Verja que tanto irritan a los británicos.

Mariano Rajoy tiene previsto hablar con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, en respuesta a la petición del premier británico de que Bruselas mande observadores a la frontera con la colonia, pero no hay prisa ni es una cuestión urgente, según admiten fuentes de La Moncloa.

Puede ser hoy o mañana. La mano está tendida para el diálogo bilateral entre Madrid y Londres, pero, mientras llegue el momento de sentarse en la mesa, España mantendrá los controles, “porque son un deber y porque son proporcionados”, insiste La Moncloa.

España sabe que Cameron pidió a Barroso el envío “urgente” de observadores a sabiendas de que Bruselas tenía previsto mandar “en septiembre u octubre” una misión técnica a la zona.

No obstante, Madrid respondió al último movimiento de Cameron con el anuncio el mismo viernes de que Rajoy y Barroso también iban a hablar de Gibraltar. Los portavoces de Barroso tampoco vieron que hubiera urgencia.

Incluso apuntaban que el presidente español y el de la Comisión conversarán mañana. Fuentes comunitarias insisten en que España puede hacer los controles, siempre que estos sean proporcionados, y eso es precisamente lo que dice el Gobierno. Gibraltar los ve “ridículos y desproporcionados”.

Quejas pero manteniendo las formas diplomáticas

El Gobierno, mientras tanto, insiste en mostrar la cara fea de Gibraltar. Primero fue el ministro Miguel Arias Cañete el que reprobó la persistencia de las gasolineras flotantes y sus potenciales peligros para la fauna y flora marina.

Luego llegó la queja de Asuntos Exteriores sobre los rellenos que está haciendo el Peñón para ganar tierra al mar (con arena comprada a España) y ejecutar promociones inmobiliarias y el viernes el titular de Interior, Jorge Fernández Díaz, calificó la divisoria con Gibraltar como “la frontera del contrabando de tabaco”.

La denuncia y el mantenimiento del pulso por los controles, no obstante, se están combinando con mostrar una predisposición al diálogo. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, durante la conversación que el viernes mantuvo con Nick Clegg, el viceprimer ministro británico, le mostró el desagrado de España por el vertido por parte de Gibraltar de decenas de cubos de hormigón con pinchos, pero a la vez tendió la mano al diálogo entre Madrid y Londres, según fuentes de la Vicepresidencia. Clegg, a quien la prensa de su país ya ha interrogado sobre si hará boicoteo a España (su esposa es española), insistió en el malestar británico por los controles fronterizos.

Todo dentro de la cordialidad, pero, en definitiva, “no fue una conversación desatascante”, admiten desde La Moncloa.

La Unión Federal de Policía (UFP) denuncia poca colaboración de la Royal Gibraltar Police

"La lealtad institucional brilla por su ausencia; nosotros facilitamos información y colaboración, pero la policía de Gibraltar se hace la remolona, y, a su manera, colabora cuando se trata de narcotráfico, blanqueo de capitales o delito fiscal", ha señalado el vocal de Comunicación de la UFP, Serafín Giraldo.

Según un comunicado de la secretaría general de la UFP, la supuesta colaboración institucional comienza en la época del Gobierno de José María Aznar y "jamás" ha sido revisado, a pesar de la "deslealtad británica" y de la "escasa utilidad" para España.

"Tras la reiteración en la escasa voluntad de colaborar de la policía gibraltareña es hora de plantearse la utilidad del acuerdo y la necesidad de mantenerlo", ha apuntado Giraldo.

"Mantenemos muy buena relación personal con su inspector de enlace Patrick Pallás, pero no hay colaboración en investigación ni en extradiciones", ha señalado Giraldo, quien además ha censurado que la policía gibraltareña se arrogue en sus membretes la pertenencia a Interpol.

"A Interpol pertenece la policía británica no la gibraltareña", ha apostillado.

Finalmente, el portavoz de la UFP ha querido poner como ejemplo de esta falta de colaboración por parte de la colonia británica el caso del fugado Anthony Lombard, acusado de disparar en una pierna a un policía local de la Línea. "Tras esquivar la frontera, Gibraltar se ha negado sistemáticamente a extraditarle", ha concluido.

Por ello la Unión Federal de Policía (UFP) ha reclamado que se revise el acuerdo de colaboración institucional entre el Cuerpo Nacional de Policía y la Royal Gibraltar Police.

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