Los de Löw no decepcionaron y jugaron su partido deseado. Desde el primer minuto de juego dominaron y no pararon hasta sentenciar. Una Alemania fuerte contra una Grecia débil que aguantó 38 minutos con la portería a cero.
El juego de los germanos se caracterizó por el dominio del balón y las múltiples ocasiones. Un gol desde fuera del área de Lahm puso por delante los alemanes antes del descanso. Grecia, por otra parte, no controló el partido en ningún momento, pero supo aguantar y aprovechar los balones largos y contraataques que le permitieron a Samaras empatar el partido en el 53’.
A pesar del gol, el partido seguía con la misma línea y Alemania reaccionó con un remate de Khedira a pase de Boateng en el 59’. Löw dejó a su delantera titular en el banquillo y usó a Klose y Reus que no tardarían en cumplir y sentenciar el partido: Klose (66’), con un gol a la salida de un córner y Reus (74’), con un remate que le viene de un rechace del portero Sifakis. Y el último tanto del partido, un penalti anecdótico que Salpingidis transforma para poner el definitivo 4-2 en el marcador.
Alemania tendrá que esperar al domingo para saber cuál será su rival en semifinales, que saldrá del Inglaterra-Italia que se jugará en Kiev.
Si (
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