La decisión fue tomada a lo largo de la tarde del martes en la reunión que mantuvo el Comité Ejecutivo del COE y será ratificada en la Junta de Federaciones Olímpicas.
Aunque la normativa establece que el abanderado debe ser el deportista con mejor palmarés olímpico de la expedición -algo que en este caso no se cumple-, dado el caso del balear, que califican de excepcional y tal y como se demostró en 2012, su elección sigue siendo una cruzada personal de Alejandro Blanco, el presidente del COE, que considera que la grandeza deportiva de Nadal merece ese gran honor, pese a quien le pese.