El partido era un amistoso entre amigos, entre futbolistas de primer nivel, pero eso no hizo que se luciesen todas las estrellas que había en el campo.
Messi abrió el marcador a los 11 minutos de juego tras superar a Materazzi, que se convirtió en guardameta por Julio César, que hizo de central.
El equipo de Messi siguió goleando hasta llegar con un 5-0 al descanso con goles de Dani Alves, Osvaldo, Messi de nuevo y Aimar.
El marcador de Neymar lo inauguro Gastón Ramírez, pero Lavezzi aumentó la distancia de nuevo a los 51 minutos.
Los espectadores disfrutaban como niños según pasabana los minutos y caían los goles de Neymar, Malouda, Buonannotte, Lavezzi o Dani Alves, que se cambió al equipo de su compatriota en la segunda parte.
El encuentro terminaba con aplausos, risas y una atmósfera de magia futbolera, una magia puesta en marcha al ritmo de la cumbia argentina y la samba brasilera.