Indica el artículo 90 del Código Penal que esta voluntad "podrá acreditarse mediante una declaración expresa de repudio de sus actividades delictivas y de abandono de la violencia y una petición expresa de perdón a las víctimas de su delito, así como por los informes técnicos que acrediten que el preso está realmente desvinculado de la organización terrorista y del entorno y actividades de asociaciones y colectivos ilegales que la rodean". "No se entenderá cumplida la circunstancia anterior si el penado no hubiese satisfecho la responsabilidad civil derivada del delito", sentencia el Código Penal.
Cambio significativo
A pesar de esto, el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha considerado que "detrás de la retórica" del último comunicado del Colectivo de Presos de ETA, EPPK, "sí se puede reconocer y constatar que estamos ante un cambio significativo". "Incluso puede añadirse que representa un avance en el posicionamiento público y teórico del colectivo presos", ha subrayado.
No obstante, en una comparecencia tras la celebración del último Consejo de Gobierno de este año 2013, Urkulluha declarado que es necesario conocer "el alcance de las consecuencias prácticas" del comunicado del Colectivo de los presos de ETA, en el que reconoce el "sufrimiento y daño multilateral generados" y señala que podrían aceptar su excarcelación mediante "cauces legales".
En este sentido, el lehendakari ha insistido en varias ocasiones en que la consolidación de la paz y la convivencia requiere de que se sigan dando pasos "firmes y lo más rápidos posibles" y ha subrayado que el desarme de ETA es uno de ellos con la vista puesta a que no existan "amenazas de vuelta atrás".