El conjunto hispalense cerró la primera mitad con un 0-1 y con la sensación de que estaba todo controlado, pero en la segunda llegaron las complicaciones con el empate de penalti y la expulsión del central francés Timotheé Kolodziejczak, aunque el punto sumado en Rijeka le vale para unirlo a los tres de la primera jornada ante el Feyenoord holandés (2-0) y liderar el grupo.
Es una lástima que después de la dolorosa derrota del pasado sábado en el Vicente Calderón (4-0) ante el Atlético de Madrid pues este partido, pese a ser de otra competición, era una magnífica oportunidad de recobrar las buenas sensaciones con las que se ha iniciado la temporada, objetivo que no se pudo cumplir con ese empate a dos.