El defensor del título llegaba con la intención de dar un golpe en la mesa en su competición fetiche y de paso espantar las malas sensaciones tras tres pinchazos consecutivos en la Liga BBVA. Las derrotas ante Barça y Athletic, con un empate ante el Levante entre medias, pesaron más que el hambre de ser primeros del Grupo G.
Ahora, con una nueva jornada sin sumar los tres puntos a domicilio, el Sevilla (8 puntos) se medirá al Rijeka (7) en el Sánchez Pizjuán dentro de dos semanas con el objetivo de al menos ser segundos, ya que la primera posición tomó esta quinta jornada claro color holandés.