Palizón que le endosó el equipo de Mou a los granotas, incapaces de detener el vertiginoso ataque blanco a pesar de que se adelantaron a la media hora del partido. Los visitantes dieron un pequeño susto a la parroquia blanca cuando Míchel superaba a Diego López tras un buen centro de Pedro Ríos. Poco le duró la alegría a los de JIM, ya que solo ocho minutos después iban por detrás en el marcador debido al golazo de Higuaín y de Kakà de penalti. Los jugadores blancos disiparon cualquier duda, aunque para ello tuvieron que esperar a las combinaciones de los mejores jugadores sobre el verde: Di María, Cristiano y Özil.
En la segunda parte, solo Munúa evitó que la fiesta blanca comenzase antes de tiempo. El israelí se convirtió en la pesadilla de cualquier jugador local, desde Cristiano hasta Pepe. Sin embargo el guardameta no pudo hacer más milagros, por lo que el resultado se desmadró a falta de cinco minutos para que se cumpliese el tiempo reglamentario. Cristiano y Ozil por partida doble cerraron el partido con sus tres goles en menos de seis minutos.
Los granotas no pudieron hacer más para frenar el avance blanco, que volvió a dar un recital ofensivo en la segunda parte, como ya hizo frente al Galatasaray.
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