La victoria del Valencia que se dio esa tarde y la obligación del Sevilla de sumar tres puntos hacían este partido importante tanto para los andaluces como para los txuri urdin. Los de Montanier debían sumar la victoria para no quedarse rezagados de su principal competidor por la Champions y el Sevilla quería soñar una jornada más con la clasificación a un torneo continental.
Los de Emery golpearon primero, a los treinta segundos, con un tiro de Medel, pero se fue por encima. Griezmann puso el peligro donostiarra en dos ocasiones antes de que llegase el gol del croata Rakitic en el minuto diez tras una jugada ensayada. Los vascos se recompusieron muy bien y rápido y empataron el encuentro, aunque de forma desgraciada para el propio Rakitic, que puso el gol en su portería tras intentar despejar un balón proveniente de una falta. Los visitantes siguieron presionando al rival y llegando con claridad para forzar el segundo gol, el cual vino en las botas de Agirretxe, que suma tres goles en los dos últimos partidos. En menos de diez minutos remontaron y pusieron patas arriba el campo de los hispalenses.
En la segunda parte, los de Emery intentaron crear peligro y lo consiguieron con el paso de los minutos gracias a las oportunidades peligrosas de Kondogbia, Negredo y Jesús Navas. Pudo llegar el empate con todas estas ocasiones, pero también el tercero de la Real ya que los huecos en la zaga sevillista eran muy amplios. Sin embargo, el resultado no se movió más y deja al Sevilla más tocado y más enfadado con la afición, mientras que el equipo realista vuelve a ganar otro asalto en su lucha por la Champions.
Si (
No(
