El piloto teutón de Red Bull se mostró intratable a lo largo de todo el Gran Premio. El sábado logró la pole y este domingo venció una carrera en la que no abandonó la primera posición en ningún momento.
Alonso salió séptimo, pero antes de la segunda curva se colocó tercero. Después, tras la salida de un safety car en la vuelta 25 a causa de un accidente de Daniel Ricciardo (Toro Rosso), Ferrari decidió que el asturiano entrase en boxes y pusiera neumático duro. Parecía una estrategia arriesgada pero salió bien, y el ovetense no tuvo que volver a realizar parada alguna, logrando acabar segundo, un buen resultado aunque insuficiente para recortar puntos al líder del Mundial.
En el podio les acompañó el finlandés Kimi Raikkonen (Lotus).