De ese modo, Rato, que fue vicepresidente del Gobierno con Aznar y director gerente del FMI, vuelve al sector bancario tras su dimisión como presidente de Bankia en mayo de 2012, cuando estalló la crisis de la entidad financiera ahora nacionalizada.
Rato está imputado, junto con otra treintena de consejeros, en la causa abierta en la Audiencia Nacional que investiga la salida a bolsa del banco nacionalizado y las condiciones en las que se produjo la fusión de las cajas ahorros que dieron lugar a la entidad pero eso no parece importarle al Santander donde el ex director gerente del FMI ya ocupó este cargo en Banco Santander desde enero de 2008 hasta finales de 2009, cuando inició la carrera por dirigir Bankia.
Su función será colaborar con el banco en "el diseño, desarrollo y, en su caso, puesta en marcha de la estrategia de negocio a nivel global, mediante la aportación de ideas y la sugerencia de oportunidades de negocio", según una nota del banco presidido por Emilio Botín que, si no fuera por lo mal que Rato ha salido de Bankia, se podría decir que ha vuelto a comprar a un “jugador” que había “cedido” a "otro equipo" para darle “experiencia”.
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