Es uno de los mejores jugadores de la historia de nuestra selección, y mejor persona. El portero no dudó en llamar a Xavi para calmar los ánimos tras los convulsos clásicos: "Yo no salvé nada a la selección. Llamé a Xavi porque era mi deber y mi responsabilidad como capitán de la selección, porque vi que era lo que tenía que hacer, porque nos estábamos equivocando tres pueblos. Porque represento a un país y defiendo una idea. Hablamos para reconducir lo que estaba pasando porque la estábamos cagando. Yo no había visto desde que era niño la imagen de un Barça-Madrid como la que estábamos dando y yo estaba allí, era protagonista de un error imperdonable, parte y responsable de lo que estaba pasando. Y como no lo concebía y era protagonista, tomé una decisión".
Asegura además que la llamada no le supuso ningún problema ni al equipo de Mourinho, ni a él mismo: "No, no... Yo lo que sé es que mi conciencia está muy tranquila. Mire, lo que tengo claro es que al Madrid, como equipo, no le pasó factura y yo siempre pienso en el equipo antes que en mí. Desde aquella llamada a Xavi ganamos una Copa, una Liga fantástica, una Supercopa, una Eurocopa con España...".
El hecho de no jugar en el Real Madrid lo achaca a una decisión técnica, y no por otros motivos: "No juego por una decisión técnica, lo he dicho cien veces".
Sobre si se ve titular en Brasil, aunque no lo sea en el Madrid, Casillas se muestra algo escéptico: "Nadie sabe lo que va a pasar mañana, hay que vivir el momento, el de hace tres años fue maravilloso, espectacular, no solo en la selección, en el Real Madrid. No sé lo que va a pasar mañana, ojalá esta pregunta me la haga dentro de un año y el Madrid haya conseguido Liga, Copa y Champions. Y España, otro Mundial".