El primero de ellos fue una auténtica obra de arte. El artillero controló el balón fuera del área y, sin dejar que botara, enganchó una volea que rebotó en el larguero para colarse en la portería. El segundo fue un ejemplo de buen colocación, al rematar una dejada de cabeza de Cuadrado.
Si en la primera parte, Colombia sustentó su victoria con un claro 2-0, en la segunda fue su portero Ospina el que evitó que Uruguay tuviera cualquier atisbo de esperanza.
Y es que los charrúas, sin el concurso del sancionado Luis Suárez, no pudieron hacer nada ante el gran planteamiento de que propusieron José Pékerman y sus pupilos sobre el césped del mítico estadio de Río de Janeiro.
Uruguay, el cuarto clasificado del Mundial del 2010, el equipo que llevó en volandas a Diego Forlán para convertirse en el mejor de entonces, se despidió del Mundial de Brasil dieciocho días antes de conmemorarse los 64 años del Maracanazo. La revuelta que se ha formado tras la dura sanción a Luis Suárez por su mordisco a Chiellini descentró a la selección uruguaya, que no se encontró cómoda en casi ningún momento del partido.
Ahora, a Colombia se le presenta el reto mayúsculo de toparse con Brasil. Pero nadie puede dilucidar dónde está el techo de este equipo, que tiene a su afición en una nube.
Si (
No(
