Era el debut de Javier Clemente en el Molinón y todas las miradas estaban puestas sobre vasco. En el otro banquillo se sentaba el Cholo Simeone, que desde que llegó ha puesto un cerrojo en la defensa. Difícil lo tenía el conjunto astur para superar la defensa colchonera, es por ello que el debutante hacía debutar en el once inicial a Adrián Colunga.
Lo intentaba el Sporting con mucho oficio y con la calidad de Colunga y De las Cuevas desde el comienzo del partido. Colunga volvía a sentirse futbolista y recuperaba la chispa que le caracteriza, lo intentaba constantemente y ponía en peligro constante a Juanfran, reconvertido una vez más en lateral diestro.
En el 19 de la primera mitad Adrián rompió a Gregory y en el uno contra uno la cruzó en exceso para que Roberto Canella anotase en su propia portería. Con el gol parecía que el Sporting se iba a venir abajo, pero ni mucho menos. Sacó el coraje y ante el aliento de su afición insistía con más ímpetu que cabeza. En el 36 llegó el gol del empate, centro de Colunga para que Botía se la deje de cara al uruguayo Eguren que con su pierna menos hábil subía las tablas al marcador.
En el segundo tiempo eran los visitantes los que se volcaban sobre la meta local y Juan Pablo se convertía en el salvador asturiano. Un incisivo Falcao quería aumentar su cuenta y lo buscaba de todas las formas posibles. Colunga tiraba del equipo pero llegaba el Atleti con mucha facilidad, con un buen Toto Salvio.
Las tenía Colunga en el tramo final del partido, volviendo a ser ese jugador que disfrutaron en Gran Canaria. Un jugador completo, con una velocidad endiablada y con una pausa y una técnica descomunal. El solo ponía en aprietos a toda la defensa colchonera pero no podía con un Atleti muy seguro desde que llegó el Cholo.
El protagonista: Colunga, cuánta clase tiene el bueno de Adrián. Cuando coja el ritmo de competición dará muchos puntos al Sporting.
Si (
No(
