Banderas en los balcones, en los coches, en las farolas. Una sola vestimenta compartida por millones de personas, de color pasión, por supuesto. Caras pintadas de rojo y amarillo, trompetas y silvatos en los bolsillos, alguna que otra cerveza en mano y un solo objetivo, volver a soñar con la Roja.
El pueblo español se olvidó durante 90 maravillosos minutos de la crisis que golpea al país. La prima de riesgo, la subida de la luz o del gas, el paro, o la situación internacional del país quedaron en el olvido. Pues tan solo por un momento todos los españoles querían soñar, sentirse españoles de corazón sin ser juzgados por nadie. Deseaban olvidar todos sus problemas, pues el fútbol no los soluciona pero levanta pasiones. Pasión por haber podido presenciar lo que abuelos, padres e incluso hijos no han podido vivir. Esta selección ha permitido que el pueblo español esté repleto de privilegiados, de personas que han podido compartir con sus familias, amigos o incluso desconocidos, en bares, hogares, plazas o callejones el sueño de ver jugar al mejor equipo de la historia del fútbol mundial. Más que un equipo, una familia, capaz de lograr tres títulos consecutivos: dos Eurocopas y un Mundial.
Y es que estos jugadores dejan el listón bien alto, pues han dado a provar a todos los españoles de la medicina de la victoria. Victoria que ha conseguido ante Italia, sin demasiado esfuerzo, a pesar de la desconfianza que demostraban algunos.
Polonia ha sido el escenario elegido para hacer historia. La Roja siempre será recordada como una leyenda del fútbol. Un 23 de julio España venció a la selección francesa por 2-0 demostrando su superioridad con un fútbol más decisivo que bello y permitiendo su pase a la semifinal ante Portugal. Cuatro días de descanso, algo menos que al equipo luso, les bastó a los españoles para llevarse el encuentro que no tuvo goles pero que acabó con la victoria de España en la tanda de penaltis (2-4) que permitió a los de Del Bosque jugar su tercera gran final seguida ante Italia.
1 de Julio y 4-0, esos serán los números que jamás olvidará ningún español, pues son los números que han conseguido que la Roja haga historia, que el país se sienta más unido y que el corazón de cada español se haya teñido de rojo para siempre. Es el marcador que resume la final, la victoria más holgada en una final de Eurocopa.
Kiev ha sido el lugar escogido por Xavi, Iniesta, Xabi Alonso, Ramos, Casillas, Piqué, Mata, Torres, Pedro, Cazorla, Jordi Alba, Cesc, Silva, Arbeloa, Busquets, Navas, Negredo, Llorente, J. Martínez, Juanfran, Albiol, Valdés, Reina y todo el cuerpo técnico liderado por Vicente del Bosque para levantar pasiones, despertar admiración y sobre todo, para volver a escribir la historia del fútbol.
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