La selección nacional venció en un gran partido a Italia por 4-1 y se clasifica, por quinta vez consecutiva, para la final del torneo internacional.
El partido, disputado a las 11:00 horas, empezó con la cara cruz de la moneda para los italianos por el gol en propia meta de Saad tras el saque de banda de Torras. Tras el gol español, el ataque italiano comenzó a activarse de la mano de Romano y Lima especialmente, pero la defensa de Venancio estuvo sobresaliente, abortando los ataques azzurri mediante las líneas adelantadas y el marcaje hombre a hombre.
España controlaba el partido con su gran actuación en la zaga mientras que los italianos controlaban la posesión, aunque sin crear peligro por ese rígido sistema defensivo, por lo que La Roja se marchó a los vestuarios por delante en el marcador.
Una vez iniciada la segunda mitad, La Roja desplegó su faceta ofensiva gracias a las oportunidades de Álvaro, Torras y Fernandao, los cuales tuvieron en sus botas el cierre del partido. Pero no fue así. A pesar de la excelencia de la defensa española, nada es perfecto; una imprecisión en la zaga supuso el tanto de Merlim. El tanto pareció enfurecer a los ibéricos que, en apenas 12 segundos, volvieron a batir a Mammavella gracias al tanto de Alemao tras el fantástico pase de Torras.
La sonrisa italiana se tornó amarga tras el gol, pero lo que no sabían es que todo iba a ir a peor. El ataque español se manifestó en su máximo exponente, por lo que la zaga italiana se desbordó con la actitud ofensiva del cuadro nacional. Prueba de ello fueron los dos goles que encajaron en los últimos diez minutos.
Con una Italia volcada en ataque, Lozano aprovechó para hacer el tercer tanto con una aparición en el segundo palo tras una asistencia medida de Fernandao. Con el 3-1 reflejado en el luminoso, los transalpinos dispusieron el portero-jugador a falta de seis minutos para el final. Sin embargo, la estrategia solo puso en apuros a los de Venancio, pero no consiguieron acortar distancias.
Sí lo hizo el segoviano Lin que superó a Lima y firmó el 4-1 definitivo con una gran definición con el interior al segundo palo.
De esta forma, si La Roja derrota a Brasil en la final podrá añadir su tercera estrella y disputarle la hegemonía en el mundo del futsal.
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